El Arzobispo de Santiago y Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Mons. Ricardo Ezzati, hizo un llamado a deponer la violencia y recobrar la confianza tras el ataque que sufrió la Catedral en la tarde del miércoles 21.
Presuntos miembros de la Confederación de Estudiantes de Chile que reclamaban por el conflicto social de Aysén lanzaron bombas incendiarias contra el frontis de la Catedral Metropolitana y la parroquia El Sagrario.
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"Más que el daño material quisiera poner el acento sobre el daño espiritual y moral de estos lamentables hechos (…). La Catedral es un símbolo de la historia del país, construida desde el Evangelio de Jesús, esos atentados desconocen la historia, lo que el Evangelio y la Iglesia han construido a lo largo de 450 años aquí en Santiago", señaló.
Acompañado del alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, Mons. Ezzati recorrió el exterior del templo, donde se pudo apreciar los destrozos en los vitrales de la parroquia y en las puertas del templo principal.
Luego de manifestar su dolor por el atentado, el Arzobispo indicó que este tipo de ataques denigran a la persona que los comete, "porque revelan un ánimo que no está a la altura de una cultura de respeto a las personas y a las instituciones", además, resaltó que éste "no es el camino para manifestar lo que uno en derecho puede manifestar".
Por su parte, el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, expresó que "para mí, lo más doloroso como católico y alcalde fue lo ocurrido en la catedral. Cuando hay personas que ya no sólo no les basta con destruir, sino que son capaces de atacar nuestra iglesia, el sagrario, significa que se perdió toda cordura y respeto, incluso lo sagrado. Ese no es el Chile que queremos".