El Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, expresó su agradecimiento a Dios por "la bendición y el privilegio" de recibir al Papa Benedicto XVI en este país y pidió que cuando "regrese al Vaticano, se lleve el recuerdo de nuestro amor y adhesión, y la certeza de que en cada mexicano deja, de corazón, un hermano".
"Dice el profeta Isaías que son hermosos los pasos del mensajero que trae buenas noticias, y buenas son, en efecto, las noticias que viene a traernos el dulce Vicario de Cristo en la tierra".
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En un comunicado difundido por el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México, el Cardenal Rivera Carrera señaló que el Santo Padre llega a ese país "a reforzar nuestra esperanza para que en estos tiempos en que nos abruma la oscuridad del pecado, la violencia, la corrupción, la pérdida de valores y la descomposición social, no desesperemos ni olvidemos que el Señor es nuestra luz y nuestra salvación".
Benedicto XVI es, recordó el Arzobispo de México, "sucesor de aquel, a quien Jesús nombró piedra sobre la que fundó Su Iglesia, viene a recordarnos que Cristo es el cimiento sobre el que debemos edificar nuestra existencia".
"Hoy que estamos a unos días de que ese anuncio sea una realidad, dispongámonos a corresponder a su visita con nuestra cálida hospitalidad mexicana, haciéndole sentir que nuestra casa es su casa y nuestro corazón está abierto de par en par para albergarle y acoger su mensaje".
El Cardenal también indicó que "mucho se ha comentado que no vendrá al santuario de Guadalupe en la Ciudad de México. ¡Qué más hubiera querido él que venir a postrarse a los pies de la Morenita del Tepeyac, ante la cual ora, con especial predilección, en el Vaticano! Pero no le fue posible".
Sin embargo, remarcó que la Virgen de Guadalupe es la anfitriona de esta visita apostólica, por lo que ella, en esta ocasión "al pie de otro cerro, la montaña de Cristo Rey, nos invita a ir a encontrarnos con su Hijo a través de Su mensajero, nuestro querido Papa Benedicto XVI".