La Oficina de Prensa de la Santa Sede publicó hoy el resumen de los resultados de la Visita Apostólica a Irlanda. En la nota se reafirma la consternación del Papa por los crímenes cometidos en décadas pasadas por sacerdotes y religiosos y se destacan los esfuerzos de la Iglesia en el país para que estas situaciones no se repitan.
El texto ofrece "una síntesis de las conclusiones de las visitas a las cuatro archidiócesis, a los institutos religiosos y a los seminarios irlandeses. Aprobado por los dicasterios que han llevado a cabo la visita, contiene también algunas indicaciones de la Santa Sede, que se suman a las que los diversos dicasterios han enviado a los responsables de las entidades visitadas".
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En el texto, se reafirma "la cercanía que en repetidas ocasiones (el Papa) ha manifestado a las personas víctimas de esos actos pecaminosos y criminales cometidos por sacerdotes o religiosos".
"La Visita, que ha tenido un carácter pastoral, ha constatado, por una parte, la gravedad de las faltas que dieron lugar en el pasado a una comprensión y una reacción insuficientes, incluso por parte de los obispos y superiores religiosos, al terrible fenómeno del abuso de menores. Por otra parte, se ha evidenciado claramente que, a partir de los años 90, se han realizado avances decisivos que han desembocado en una mayor conciencia del problema y en cambios profundos en la manera de afrontarlo. Se recomienda que los obispos y superiores religiosos prosigan con su empeño de acogida y asistencia a las víctimas de abusos", agrega la nota.
Asimismo, destaca que "las Directrices establecidas en el documento 'Safeguarding children' de 2008" han demostrado ser "una herramienta eficaz para tratar las denuncias de abusos y aumentar la sensibilidad de toda la comunidad cristiana en materia de tutela de los menores".
El documento destaca la labor del National Board for Safeguarding Children como "profunda y de largo alcance. Se ha revelado especialmente útil su verificación de la aplicación de las Directrices en las diversas diócesis e institutos religiosos. Se recomienda que este proceso de verificación cubra, lo antes posible, todas las diócesis e institutos religiosos y que se repita con regularidad".
Además, explica que "a partir del documento 'Interim guidance', publicado recientemente, los obispos y superiores religiosos, en colaboración con el National Board, deben elaborar una normativa para tratar los casos de sacerdotes o religiosos que hayan sido acusados, pero contra los que el fiscal haya decidido no proceder".
"Del mismo modo, deben establecer normas para facilitar el regreso al ministerio de los sacerdotes acusados falsamente y para proporcionar la adecuada atención pastoral a los sacerdotes o religiosos que hayan sido declarados culpables de abuso de menores".
"La Visita ha comprobado que los dolorosos acontecimientos de los últimos años han abierto muchas heridas, también en la comunidad católica. Por otro lado, en este difícil período, se ha puesto también de manifiesto la permanente vitalidad de la fe del pueblo irlandés", destaca el texto.
"Entre los signos de esperanza, cabe destacar la dedicación con la que muchos obispos, sacerdotes y religiosos viven su vocación; la cercanía humana y espiritual que muchos de ellos han advertido, por parte de los fieles, en un tiempo de crisis; la profunda fe de muchos hombres y las mujeres y la vasta implicación de sacerdotes, religiosos y laicos en establecer estructuras de tutela de los menores", agrega.
"Se anuncia que la Santa Sede y el episcopado irlandés ya han empezado una reflexión conjunta sobre la configuración actual de las diócesis, con el fin de hacer las estructuras diocesanas más idóneas para responder a la misión actual de la Iglesia en Irlanda", concluye el texto.