La Asociación Internacional de Apostolado Católico (AIAC) lanzó una oración titulado "Grito de Amor", para que el asesinato del ministro para las minorías religiosas de Pakistán, Shahbaz Bhatti, no caiga en el olvido.
Bhatti fue asesinado por extremistas islámicos hace poco más de un año, después de hacer público su apoyo a Asia Bibi, la primera mujer católica y madre de cinco hijos que ha sido condenada a muerte por una supuesta ofensa a Mahoma.
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La Ley de Blasfemia es una norma cuya base está en la Ley Sharia (islámica) que condena cualquier ofensa contra Mahoma o el Corán. Cualquier musulmán puede denunciar a alguien por haberla trasgredido sin necesidad de testigos o pruebas. Las penas llegan incluso hasta la muerte y con frecuencia esta ley se usa para perseguir a los no musulmanes como los cristianos.
A través de un comunicado, el presidente de la AIAC y autor de "Grito de Amor", Gennaro Angelo Sguro, pidió no olvidar a este hombre "justo que sacrificó su joven existencia para defender los derechos humanos de todas las minorías, sabiendo que le habría costado la vida".
"El mío es solo un debido agradecimiento que nace de un profundo corazón dolido y será solo el principio de un total compromiso a continuar su camino para firmar no solo la libertad de Pakistán, sino también de todos los casos en los que sean violados los sacrosantos Derechos Humanos", agregó.
Angelo Sguro, adelantó además, que están trabajando en la filmación de una película sobre Shahbaz para reforzar el objetivo de la oración.
Grito de amor
"Yo soy la Vida, la Verdad y la Vida
¡Señor quiero servirte!
¡Sí, quiero servirte mi Señor!
Quiero servir a Jesús como un hombre común,
no quiero ser popular, no quiero posiciones de poder,
quiero solo que mi vida, mi carácter,
mis acciones hablen por mí,
y digan que estoy siguiendo a Jesucristo.
Deseo ayudar a todos los necesitados,
los pobres y cristianos perseguidos de Pakistán.
Estaré muy agradecido Señor
si quisieras aceptar el sacrificio de mi vida,
Quiero vivir para Cristo y por Él quiero morir.
No tengo miedo en mi patria,
aunque muchas veces los extremistas han deseado asesinarme,
me han amenazado, perseguido y aterrorizado a mi familia,
Digo que hasta que tenga vida, hasta mi último respiro,
Continuaré a servir a Jesús y a esta pobre y sufridora humanidad,
Estaré siempre cerca de los perseguidos, de los cristianos, de los necesitados, de los pobres y de los niños,
A ti mi querido Jesús, hijo de Dios enviado para nuestra redención y salvación,
¿te pregunto cómo puedo yo seguir este camino de Calvario?
Señor nos dijiste: "Ven conmigo, trae tu cruz, sigue mi camino".
¡Quiero servir a Jesús, sí, quiero servir a Cristo!
Quiero solo un lugar a los pies de Jesús.
Y Cristo te eligió como alto ejemplo para el pueblo de Pakistán
Con el alto precio de tu vida, de tu dolor, de tu lealtad,
En la triste realidad vivida expresaste siempre amor, verdad y justicia.
Valores de siempre prisioneros del egoísmo humano,
encerrados en el misterio de la existencia,
¡Nos reuniremos para siempre en otra vida!
Estate seguro que tus hermanos pakistaníes no te olvidarán jamás,
te reconocerán eternamente,
así como siempre te recordará el mundo.
Querido Shahbaz, de ministro viviste como un hombre justo,
Sacrificándote por la libertad de los desheredados de los derechos humanos.
Nos diste la esperanza a todas las minorías étnicas,
y unidos continuaremos diciendo: ¡Señor queremos servirte!".