Anne-Isabelle Tollet es la coautora del libro-testimonio "¡Sacadme de aquí!" sobre la madre católica de cinco hijos, apresada desde 2009 en Pakistán acusada de violentar la ley de blasfemia. En entrevista con ACI Prensa cuenta que la mujer pasa el día en su celda rezando y pensando en sus hijos.
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Asia Bibi fue condenada a muerte en 2010 en aplicación de la ley de la blasfemia, arma esgrimida en Pakistán por los musulmanes para arreglar cuentas personales. A ella la acusaron, tras un duro día veraniego de cosecha en el campo, de beber un agua reservada a mujeres musulmanas y nombrar a Mahoma en su defensa.
Pudo librarse de la condena rechazando su fe católica, pero prefirió ser fiel.
El gobernador del Punjab, musulmán, y el ministro de las Minorías, cristiano, fueron asesinados por defenderla. Hoy, en una celda sin ventana, cuyas paredes tocas sin más que extender los brazos, espera que se sustancie un recurso contra su sentencia.
Anne-Isabelle Tollet, corresponsal de la televisión francesa en Islamabad, la ayudó a preparar su libro testimonio, ¡Sacadme de aquí! (LibrosLibres), y ha estado recientemente en España para presentarlo.
A continuación la entrevista:
ACI Prensa: ¿Cómo es un día en la vida de Asia Bibi?
Tollet: Se despierta al amanecer, pero no con el sol, porque no lo ve nunca, sino cuando le traen agua, a las seis de la mañana. No hay ventilación, así que sufre mucho por el calor y los mosquitos. Pasa el día rezando, en su cama. Y esperando toda la semana a que llegue el martes, el día en que su marido va a verla a la prisión. Mientras tanto, mata el tiempo evocando sus recuerdos, pensando en sus hijos y rezando.
ACI Prensa: ¿Cómo viven su marido y sus hijos esta separación?
Tollet: Con gran dificultad. Es muy complicado para los hijos soportar la ausencia de su madre. No comprenden por qué desapareció de repente y por qué le quieren hacer tanto daño. Y es muy complicado para su marido, Ashiq, obligado a llevar la casa y a criar y alimentar a sus hijos. Esto es muy poco corriente y muy desacostumbrado para un hombre en Pakistán.
Ha tenido que aprender, y no ha sido fácil para él. Además, cuando visita a su mujer, si los niños están tristes o enfermos, tiene que decir que todo va bien en casa para no inquietar a su mujer en prisión. Lleva todo sobre sus espaldas sin jamás poder desahogarse con unos ni con otros, y al mismo tiempo teniendo que mantener una apariencia de equilibrio, de tranquilidad.
ACI Prensa: En ¡Sacadme de aquí! Asia Bibi cuenta su historia de amor, inocente y dulce. Pero al mismo tiempo es una mujer de mucho carácter, ¿no?
Tollet: Cuando le pedí a Ashiq que describiese a su mujer, me dijo efectivamente que tenía un carácter muy fuerte y que cuando algo se le metía en la cabeza no lo soltaba, era obstinada. Están muy enamorados. No fue un matrimonio forzado ni concertado: se conocieron, se amaron, se casaron y se tratan con mucha dulzura y ternura. No es fácil en Pakistán encontrar una pareja tan enamorada y tan entregada el uno al otro.
ACI Prensa: Tienen cinco hijos, pero la pequeña de nueve años destaca en particular por la madurez de su rostro...
Tollet: Tiene un rostro adorable. Está muy afectada, es más duro para ella. Llora varias veces al día porque le falta su mamá... pero al mismo tiempo es verdad que muestra gran rectitud y madurez ante lo que le ha caído sobre los hombros de la noche a la mañana. Es capaz de analizar la situación de su madre, de Pakistán, de la ley de blasfemia, etc. Es impresionante, porque es muy pequeña.
ACI Prensa: Usted donará los derechos de autor de ¡Sacadme de aquí! para la familia, dado que Ashiq perdió su trabajo. ¿Cómo vive usted este drama a nivel personal?
Tollet: Para mí es fácil. Asia Bibi y su familia han entrado en mi corazón y forman parte de mi familia... pero yo no vivo en Pakistán. No estoy amenazada todos los días. No temo morir a cada instante. Así que lo menos que puedo hacer es hablar de ella y hacer lo posible por que sea liberada.
Es una familia muy necesitada y muy pobre que no tiene ayuda económica, sólo la que se pueda conseguir de la comunidad internacional… Es un compromiso que yo he adquirido ante ellos dos y no les abandonaré hasta que lo consiga.
ACI Prensa: ¿Cuáles serán sus siguientes pasos?
Tollet: -Esta semana en Ginebra hablaré ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, donde interpelaré a los representantes de Pakistán para que expliquen cómo pueden todavía mantener una ley antidemocrática, cuando han suscrito un pacto en las Naciones Unidas que compromete al país a respetar los derechos del hombre, la libertad de pensamiento y la libertad religiosa. Veremos qué respuesta ofrecen.
En otoño iré a Nueva York cuando salga en inglés el libro de Asia Bibi. Toda la campaña se hará en Washington, porque es allí donde está el poder de decisión. Ya está previsto, aunque no confirmado, un encuentro con Hillary Clinton.
ACI Prensa: Usted insiste mucho en que la ley de blasfemia no es en sí misma discriminatoria, que muchos musulmanes son condenados por ella...
Tollet: Sí, sobre todo los musulmanes. Primero, porque los islamistas quieren radicalizar a la sociedad paquistaní y no soportan que un musulmán sea a sus ojos un "mal musulmán". Segundo, porque son mayoría y se ven más afectados que los cristianos, unos 3 millones de personas. A los fundamentalistas les da igual que los cristianos sean condenados, ven más importante lo que suceda con la mayoría de la población, 160 millones de musulmanes. Su determinación es hacerles vivir un islam radical
ACI Prensa: ¿Sabía Asia Bibi que venía usted a España?
Tollet: Sí, y le hizo muy feliz la idea. No sabe gran cosa de España, sólo que es un país al lado de Francia. Está aguardando el relato de mi estancia aquí, para saber cómo han acogido los españoles su libro. Eso le ayuda a conservar firmemente la esperanza.
ACI Prensa: Y la oración, porque es muy religiosa, ¿no?
Tollet: Reza todo el día. Nunca ha fallado en su fe... afortunadamente, porque eso le ha permitido mantenerse en pie.