El miércoles 29 de febrero en horas de la madrugada, dos hombres armados ingresaron a una capilla de adoración perpetua y robaron la custodia con la Eucaristía, en una capilla de la diócesis de Orizaba en el estado mexicano de Veracruz.
Según señala un comunicado de la diócesis, los ladrones redujeron a cinco personas que estaban en oración ante el Santísimo y se lo llevaron con la custodia de la capilla Monte Carmelo. Al salir dejaron encerradas a las personas que encontraron rezando.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El texto de la comisión de medios de comunicación de la diócesis de Orizaba señala que "este tipo de actos, manifiestan indudablemente la falta de respeto a Dios en su Iglesia y la falta de valores".
"Como Iglesia nos duele y nos preocupa tan cobarde acción, pero principalmente nos intranquiliza lo que vayan a hacer con la Sagrada Eucaristía, que como sabemos los católicos es la presencia real de nuestro Señor Jesucristo".
Al respecto el vocero de la diócesis, Marcos Palacios, dijo que "no queremos que nos devuelvan la custodia, queremos la Hostia, pedimos aquellos que se la llevaron la entreguen si quieren de manera anónima".
Tras el robo sacrílego, el Obispado ha decidido cerrar la capilla durante un tiempo "para manifestar nuestro dolor y ofrecer esta actitud en penitencia por los actos cometidos".
Asimismo invitan a los católicos a una marcha de desagravio que se realizará este viernes 2 de marzo a partir de las 6:30 p.m. saliendo de la plazoleta de la parroquia de Santa Gertrudis recorriendo la calle real hasta llegar a la Iglesia Catedral.
En este evento se llevará en procesión solemne el Santísimo Sacramento, para que en torno a las 7:30 p.m. el Obispo de Orizaba, Mons. Marcelino Hernández Rodríguez, presida una Misa en la que realizará un acto de desagravio y dará a conocer un mensaje.
Finalmente en el comunicado agradece la oración de los católicos y el apoyo de las autoridades ante estos hechos, para luego pedir a Dios por "la conversión de quienes han realizado este acto sacrílego. Que Dios fortalezca a nuestra Iglesia en tan difícil prueba".