El director de Comunicación de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Madrid 2011, Rafael Rubio, señaló que los ataque sufridos en agosto del año pasado a manos del grupo Anonymous fueron una demostración evidente del impacto mundial que tuvo y tiene el evento católico.
En declaraciones a ACI Prensa el 28 de febrero, Rubio subrayó que el ataque fue una pérdida de tiempo de quienes lo orquestaron. "Nunca entendimos muy bien qué perseguían a tacando a la JMJ, creo que lo único que buscaban era notoriedad", señaló.
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"Me parece que la causa fundamental fue llamar la atención, atacando el evento más notorio de los que se estaban celebrando en el mundo en ese momento".
El 27 de febrero de este año, el diario estadounidense The New York Times informó erróneamente que el ataque de los hackers de Anonymous se dirigió contra el sitio web del Vaticano.
En su nota, el Times indica con similar imprecisión que el Vaticano subcontrató a la empresa Imperva para bloquear el ataque.
Rafael Rubio precisó a ACI prensa que fue la empresa Telefónica, la que les brindó el alojamiento del sitio web y la que veló "por la seguridad de los servidores durante esos días. Nosotros no contratamos directamente a nadie".
"Nuestra relación fue directa con Telefónica. Que ellos utilicen otra empresa para hacerles seguridad es posible, pero eso lo desconozco".
Rubio indicó que "cuando Anonymous, o quien fuera, amenazó, por un video colgado en la red, que iba a realizar algún tipo de ataque contra la Jornada Mundial de la Juventud, Telefónica tomó la iniciativa y tuvimos algunas reuniones para reforzar la seguridad".
Los trabajos de seguridad permitieron "que en caso de ataque, tuviéramos capacidad de respuesta suficiente para que las comunicaciones no se vean afectadas y para que la página web estuviera disponible en el menor tiempo posible".
El jefe de comunicaciones de la JMJ Madrid 2011 admitió que durante el evento "se notó el ataque claramente, porque durante distintos momentos en esos días hubo ciertos momentos en los que el servidor se cayó especialmente en distintas ciudades".
"Establecimos un sistema de alerta, gracias al número de voluntarios que tuvimos en la Jornada Mundial de la Juventud y a una red que creamos en las redes sociales diciendo que cualquiera que notara que el servidor se venía abajo nos avise".
Rubio remarcó que "gracias al sistema de alerta temprana pudimos responder, en los momentos en los que se produjo el ataque, en tiempo real, y la página realmente sólo estuvo caída unas pocas horas".
Sin embargo, a pesar de los ataques, Rafael Rubiose mostró contrario a "obsesionarse con la seguridad de las páginas web".
"Yo no creo que un ataque a una página web sea un gran drama. Creo que es una falta de respeto, poco respetuoso en general con cualquier organización, pero para aquel que recibe el ataque no supone más que hacerle perder el tiempo y volver a reiniciar el servidor".
"Si es que se te cae la página, tienes capacidad de reponerla en un tiempo relativamente breve. Lo realmente grave es cuando esos ataques afectan a tu sistema de comunicaciones, y esos son vitales como en el caso de la Jornada Mundial de la Juventud durante esos días".