El Arzobispo Metropolitano de Piura (Perú), Mons. José Antonio Eguren, señaló que el tiempo de Cuaresma permite salir del encierro del pecado y retomar el camino de "encuentro con el Señor, con nosotros mismos y con nuestros hermanos".
El Prelado dio este mensaje al celebrar la Misa del Miércoles de Ceniza en la Iglesia Catedral de Piura, en la que alentó a los fieles a vivir las prácticas cuaresmales de la oración, ayuno y limosna, "que buscan sacarnos de nuestro pecado hecho egoísmo".
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Asimismo, exhortó a los presentes a "no tener la actitud mediocre" de dejar la conversión personal para mañana, "hoy es el momento de iniciar el camino de regreso a la casa del Padre", expresó.
El Arzobispo explicó que la oración permite que la gracia del Señor entre en cada uno, "derribe las barreras de nuestro egoísmo y su amor llene nuestras vidas".
Indicó también que el ayuno ejercita en el creyente un señorío sobre sí mismo y habla de "un trabajo serio y responsable por acoger la gracia del Señor".
Refirió además que la caridad es el secreto de la conversión personal y eclesial, que debe traducirse en signos concretos a favor del prójimo, en especial de los pobres y más necesitados.
En este sentido, Mons. Eguren destacó el mensaje del Papa Benedicto XVI para la Cuaresma 2012 titulada "Fijémonos los unos a los otros para estímulo de la caridad y de las buenas obras", como un recorrido cuaresmal centrado en la caridad.
"Debemos estar atentos los unos a los otros en un espíritu de responsabilidad y verdadera fraternidad que nos impulse a desear el bien de nuestro prójimo de manera integral, en lo físico, moral y espiritual, en una dimensión de reciprocidad que nos ayude a vivir juntos en la santidad", concluyó.