Oscar Elías Biscet, médico que pasó 11 años en cárceles cubanas por defender el derecho a la vida ante el aborto en Cuba, denunció ante la Cámara de Representantes de los Estados Unidos las graves violaciones a los derechos humanos en la Isla, especialmente en las cárceles.
El jueves 17 de enero, y ante el Subcomité de África, Salud General y Derechos Humanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Biscet dijo que, desde 1959, el régimen de Cuba tiene "como características esenciales de ser: anti-americano, antisemita y anti negro. Su permanencia en el poder se debe a la utilización del terror de estado y el extremado control policiaco de los ciudadanos".
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Para el especialista de medicina interna que dio su testimonio desde La Habana, "la dictadura de los Castro comete violaciones flagrantes y sistémicas de los derechos humanos del pueblo cubano. Las faltas de libertades básicas en la sociedad me motivaron a convertirme en un activista de los derechos humanos, y conquistarlos para el pueblo cubano a través de la resistencia no violenta".
Desde que fue encarcelado en 1998, Biscet ha sido detenido en total 12 veces y no ha vuelto a ejercer la profesión de médico y ha sufrido el acoso de las autoridades quienes despidieron del trabajo a su esposa y le negaron el ingreso a la universidad a su hijo.
El médico hizo luego un recuento de las violaciones a los derechos humanos de quienes están en las cárceles cubanas (en donde trataron de asesinarlo varias veces): uso de pistolas eléctricas para tortura, requisas con los reos desnudos, negación de la luz natural, negación del agua y negación de la atención médica como represalia, entre muchas otras.
El Dr. Biscet dijo luego que "las decenas de presos políticos sufren estas mismas miserias humanas incluso peor por la convivencia juntos delincuentes comunes y la utilización de estos para frenar su posición contestataria por parte de las autoridades del penal".
Respondiendo luego a una pregunta del representante republicano por Nueva Jersey, Christopher Smith, sobre la divulgación en el extranjero de las violaciones a los derechos humanos que se cometen en Cuba, Biscet dijo que "apreciamos la labor que han hecho para ayudarnos, pero es necesario dar a conocer aún más" estos hechos.
"La comunidad internacional tiene que saber porque parece que no entienden el punto de esto o no comprenden que esto realmente está pasando", dijo.
Otro de los presos de conciencia que dio su testimonio, pero de manera presencial, ante la cámara de representantes, fue el periodista Normando Hernández González, quien reclamó mayor atención a la situación de Cuba tras la muerte de la líder de las Damas de Blanco, Laura Pollán, y el preso de conciencia Wilman Villar, que murió tras 50 días de huelga de hambre.
En el año 2002, Christopher Smith lanzó una iniciativa para que los miembros del congreso pudieran "adoptar" a presos políticos cubanos para poder responder a sus reclamos. Smith "adoptó" a Biscet, que en el año 2007 recibió la Medalla Presidencial de la Libertad por parte del Presidente Bush.
La historia de Biscet
En abril de 2011, poco más de un mes de haber sido liberado, Oscar Elías Biscet conversó con ACI Prensa y reveló que durante los años en prisión, sus principios pro-vida y a favor de los derechos humanos no mermaron, sino que "se acrecentaron y perfeccionaron".
"Por promover y defender estos derechos fui llevado a celdas de castigo, aislamiento y tapiadas. Promoví el derecho del niño no nacido (y mostré) las fotos de los niños no nacidos que fueron asesinados por diferentes métodos abortivos", afirmó.
Biscet, médico de profesión, sufrió varios arrestos entre 1998 y 1999 y una primera condena en el año 2000. Fue detenido nuevamente a finales de 2002 y condenado a 25 años de cárcel en un juicio sumario.
El delito de Biscet fue realizar el estudio clandestino "Rivanol: un método para destruir la vida", publicado en abril de 1998 y que denuncia las técnicas de aborto usadas en el Hospital Hijas de Galicia, con los testimonios de madres cuyos recién nacidos fueron asesinados. Según el informe, estas eran prácticas comunes en los hospitales cubanos.
El 11 de marzo de 2011 fue liberado tras el diálogo entre la Iglesia y el Gobierno comunista. A diferencia de otros exprisioneros de conciencia que tuvieron que irse a España, Biscet permanece en Cuba y lidera la Fundación Lawtown de Derechos Humanos.
En el diálogo con ACI Prensa, el médico recordó sus años de prisión y dijo que fue su fe cristiana la que lo sostuvo. "En mi corazón de cristiano guardo los maravillosos tesoros de la fe, la esperanza y el amor. Estos atributos divinos me fortalecieron y pude soportar difíciles situaciones: torturas, tratos crueles e inhumanos que me impusieron los carceleros del gobierno comunista".
Para leer el testimonio completo de Oscar Elías Biscet ante la cámara de representantes de Estados Unidos, ingrese a: http://foreignaffairs.house.gov/112/HHRG-112-FA-WState-OBiscet-20120216.pdf