El Arzobispo de León (México), Mons. José Guadalupe Martín Rábago, pidió a los miembros de las bandas criminales y narcotraficantes que azotan el país que abandonen esa "actividad de muerte" de forma permanente.
Mons. Martín Rábago, quien dirige la diócesis a la que llegará el Papa Benedicto XVI el próximo 23 de marzo, subrayó que no se trata de una solicitud de tregua, pues esto "sería como decir si dijéramos a todos los que se dedican a hacer el mal que durante tres días no lo hagan y después vuelvan a hacerlo. Eso, evidentemente, no es lo que queremos decir".
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De acuerdo a los estimados de la prensa mexicana, desde 2006, año en que se agudizó la violencia, hasta diciembre de 2011, han muerto a manos del narcotráfico más de sesenta mil personas en el país.
Las bandas criminales de narcotraficantes también han dejado diez mil desaparecidos y más de un millón y medio de desplazados de las zonas en las ejercen mayor violencia.
"Una vez más lanzamos un llamado a la conciencia de los individuos para que caigan en la cuenta de que su conducta es destructora de la convivencia pacífica e impide cualquier posible desarrollo y progreso", expresó Mons. Martín Rábago.
La invitación de la Iglesia, señaló el Arzobispo de León, es a "desarmar" los corazones, para construir uno nuevo y pacífico que, ante la llegada de Benedicto XVI, sirva para que cada uno se descubra como parte de una gran familia "en la que debemos colaborar, para crear un clima que sea un clima habitable".
El Prelado afirmó que "Dios está siempre dispuesto a perdonarlos. Sólo les pido que reconozcan sus errores, que se arrepientan de ellos y no lo ofendan más agraviando a sus hijos".
"Que reparen los daños y se retiren de esta actividad de muerte", concluyó.