El Departamento de Pastoral Social y la Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Panamá hizo un llamado para resolver el conflicto a través del diálogo entre las autoridades y los indígenas Gnöbe buglé, que en los últimos días ha cobrado la vida de una persona y ha dejado a 46 heridas.
Las protestas de los indígenas comenzaron hace casi una semana para expresar su oposición a los proyectos hidroeléctricos en Panamá "sin que se prevea a corto plazo una solución ante la negativa de los manifestantes de iniciar un diálogo con el Gobierno de Ricardo Martinelli", señala Europa Press.
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Cientos de indígenas mantienen bloqueada desde hace 6 días la carretera Panamericana, que comunica a Panamá con el resto de los países de Centroamérica. La Policía intentó el domingo dispersar a los manifestantes, provocando disturbios que cobraron la vida de una persona, 46 quedaron heridas y más de 40 fueron detenidas.
Los enfrentamientos del domingo 5 de febrero lejos de disipar la protesta lo que hicieron fue "enfurecer más a los indígenas que cerraron la puerta a toda posibilidad de diálogo" con el Gobierno de Martinelli hasta que no sean excarcelados todos los detenidos.
Los indígenas exigen al Parlamento panameño incluir en la ley que restringe las actividades mineras una prohibición de construir plantas hidroeléctricas, pues consideran que tienen el mismo efecto dañino sobre los recursos naturales que la explotación de minerales.
Al respecto, un comunicado de la arquidiócesis de Panamá solicita "a las autoridades, buscar una salida mediante el diálogo respetuoso y responsable con la dirigencia Gnöbe y evitar que existan enfrentamientos violentos que pongan en riesgo la vida de las personas durante la protesta social".