El superior general de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (lefebvristas), Bernard Fellay, señaló que "estamos obligados a decir que no" a la propuesta que hizo el Vaticano para que este grupo ingrese a la plena comunión de la Iglesia Católica.
Con este rechazo, los lefebvristas vuelven a decir que no a la mano tendida del Papa para su inserción en la Iglesia, expresada en el preámbulo doctrinal que la Congregación vaticana para la Doctrina de la Fe les entregó el 14 de septiembre de 2011, en la que se detallan los requisitos mínimos que debían aceptar.
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Fellay, líder de la organización fundada por el arzobispo francés Marcel Lefebvre –que falleció excomulgado por ordenar a 4 obispos sin permiso del Papa– dijo el 2 de febrero durante una homilía en su seminario Santo Tomás de Aquino en Estados Unidos que la Santa Sede habría aceptado "todas nuestras demandas desde el punto de vista organizativo" aunque se conservarían "distancias desde el punto de vista doctrinal".
En la homilía, Fellay también acusa al Vaticano de "modernista" y se declara por encima de la Iglesia Católica reinterpretando a su manera los términos "tradición" y "coherencia" rechazando el ecumenismo y la libertad religiosa que promueve el Concilio Vaticano II que siempre han objetado.
"Hemos dicho claramente que si nos aceptan tal y como somos, sin cambios, sin obligarnos a aceptar estas cosas, estamos listos. Pero si quieren hacernos aceptar estas cosas, entonces estamos obligados a decir que no", dijo Fellay en su sermón.
La respuesta lefebvrista ya la tienen en el Vaticano, más precisamente en la Pontificia Comisión Ecclesia Dei creada para dialogar con los seguidores del arzobispo excomulgado Lefebvre.
Una historia de rechazo a la Iglesia Católica
Las afirmaciones de Fellay se suman a una serie de declaraciones, expresiones, homilías y comunicados a través de los cuales y constantemente los lefebvristas han dicho no a la mano tendida del Papa que ha buscado que acepten las condiciones mínimas para ingresar a la Iglesia.
El 14 de septiembre el Vaticano dio a conocer un comunicado en el que explicó que el Preámbulo entregado a los lefebvristas ese día "establece algunos principios doctrinales y criterios de interpretación de la doctrina católica, necesarios para garantizar la fidelidad al Magisterio de la Iglesia y el ‘sentire cum Ecclesia’ (sentir con la Iglesia)".
Al mismo tiempo, deja abierta "a una discusión legítima, el estudio y la explicación teológica de expresiones o formulaciones particulares presentes en los documentos del Concilio Vaticano II y del Magisterio sucesivo".
Ese texto recuerda que el Papa decidió en 2009 levantar la excomunión que pesaba sobre los cuatro obispos ordenados por Lefebvre "a raíz de la súplica dirigida por el Superior General de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X a Su Santidad Benedicto XVI el 15 de diciembre de 2008".
En aquel entonces, el 4 de febrero de 2009 la Secretaría de Estado del Vaticano dio a conocer un comunicado en el que se precisa que "el levantamiento de la excomunión ha liberado a los cuatro obispos de una pena canónica gravísima, pero no ha cambiado la situación jurídica de la Fraternidad San Pío X, que en el momento actual, no goza de ningún reconocimiento canónico en la Iglesia Católica".
Ese comunicado señala que los cuatro obispos que ordenó Lefebvre a quienes se les levantó la excomunión están obligados al pleno reconocimiento del Concilio Vaticano II –que hasta ahora han rechazado como se desprende de las declaraciones expuestas en esta nota y en reportes anteriores de ACI Prensa– y del Magisterio de todos los Papas posteriores a Pío XII.
El Concilio Vaticano II es uno de los eventos más importantes en la historia de la Iglesia. Se realizó 1962 y 1965 congregando a obispos de todo el mundo. Produjo un cuerpo de doctrina que busca promover la fe católica, renovar la vida de los fieles, adaptar la liturgia y alentar la presencia de los laicos.