La Oficina de Prensa dio a conocer hoy que el Vaticano firmó ayer 25 de enero tres tratados para la lucha contra el financiamiento del terrorismo, la delincuencia organizada y el tráfico ilícito de drogas.
La Santa Sede se adhirió así al Convenio Internacional para la Represión de la Financiación del terrorismo (Naciones Unidas, Nueva York 1999); y a la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional (Palermo 2000).
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El tercer tratado al que se ha adherido es la Convención contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas (Viena 1988), que había ya firmado el mismo año en el que fue adoptada.
A los instrumentos de ratificación y adhesión se han adjuntado algunas reservas y declaraciones interpretativas.
El Arzobispo Dominique Mamberti, Secretario para las Relaciones con los Estados, señala, en una nota de presentación de la adhesión y ratificación de las citadas convenciones, que "este paso quiere ser un ulterior reconocimiento del compromiso activo con el que la comunidad de los Estados previene y combate gravísimas actividades criminales transnacionales, de trágica actualidad, mediante instrumentos apropiados de cooperación internacional".
"El Santo Padre nos recuerda que el terrorismo y la criminalidad organizada atentan contra la dignidad de la persona y contra el bien común en cualquier país del mundo". Por ello, los instrumentos jurídicos que combaten estas formas de criminalidad contribuyen a la paz y a la seguridad".
El Arzobispo señala además que con la adhesión y la ratificación de las tres convenciones mencionadas "la Santa Sede confirma su voluntad y su compromiso concreto y eficaz de colaborar con los países de todo el mundo, de modo coherente con su naturaleza y misión, a fin de garantizar la paz y la justicia internacional".
La adhesión a los convenios comporta una adecuación de la normativa del Estado de la Ciudad del Vaticano, que ha comenzado ya con la adopción de diversas leyes, entre otras, las relativas a la prevención y la lucha contra el blanqueo de dinero procedente de actividades criminales y de la financiación del terrorismo.
Asimismo, los nuevos instrumentos jurídicos que ofrecen los tres Convenios favorecerán un elevado nivel de cooperación entre los tribunales del Estado de la Ciudad del Vaticano y los de los otros Estados.
El Secretario para las Relaciones con los Estados precisa que "cada Estado tiene el derecho soberano de abstenerse de colaborar en procedimientos pendientes en otros ordenamientos cuando puedan dar lugar a formas de persecución individual por razones políticas, religiosas, étnicas o similares".
Finalmente subraya que la adhesión a los Convenios "ayuda al encuentro entre justicia y paz" y "confirma el compromiso de la Santa Sede por el respeto de la dignidad humana y la concordia entre las personas y los pueblos".