El Papa Benedicto XVI pidió considerar "con interés los diversos sitios, aplicaciones y redes sociales que pueden ayudar al hombre de hoy a vivir momentos de reflexión y de auténtica interrogación, pero también a encontrar espacios de silencio, ocasiones de oración, meditación y de compartir la Palabra de Dios".
El Santo Padre reflexionó sobre el papel de los ambientes virtuales en su mensaje para la 46º Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, titulado "Silencio y palabra: Camino de Evangelización", publicado hoy 24 de enero cuando la Iglesia celebra a San Francisco de Sales.
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En alusión a redes como Facebook y Twitter, donde los usuarios comparten solo breves mensajes de máximo 140 caracteres, el Papa explicó que "en la esencialidad de breves mensajes, a menudo no más extensos que un versículo bíblico, se pueden formular pensamientos profundos, si cada uno no descuida el cultivo de su propia interioridad".
En el mensaje dirigido a los comunicadores, el Santo Padre destaca la importancia del silencio y la palabra, un aspecto que "a veces se olvida y hoy es particularmente necesario recordar".
Estos dos momentos de la comunicación "deben equilibrarse, alternarse e integrarse para obtener un auténtico diálogo y una profunda cercanía entre las personas".
"Cuando palabra y silencio se excluyen mutuamente, la comunicación se deteriora, ya sea porque provoca un cierto aturdimiento o porque, por el contrario, crea un clima de frialdad; sin embargo, cuando se integran recíprocamente, la comunicación adquiere valor y significado", añade el Pontífice.
El Papa subraya también que "el silencio es parte integrante de la comunicación y sin él no existen palabras con densidad de contenido. En el silencio escuchamos y nos conocemos mejor a nosotros mismos; nace y se profundiza el pensamiento, comprendemos con mayor claridad lo que queremos decir o lo que esperamos del otro; elegimos cómo expresarnos".
Del silencio, por tanto, "brota una comunicación más exigente todavía, que evoca la sensibilidad y la capacidad de escucha que a menudo desvela la medida y la naturaleza de las relaciones".
El silencio también ayuda a discernir y a relaciones las situaciones que "a primera vista parecen desconectadas entre sí, a valorar y analizar los mensajes; esto hace que se puedan compartir opiniones sopesadas y pertinentes, originando un auténtico conocimiento compartido. Por esto, es necesario crear un ambiente propicio, casi una especie de ‘ecosistema’ que sepa equilibrar silencio, palabra, imágenes y sonidos".
El Papa luego se refirió a las preguntas esenciales que se hace toda persona sobre su origen y su destino, que constituyen una invitación a la reflexión y al diálogo "y al silencio que, a veces, puede ser más elocuente que una respuesta apresurada y que permite a quien se interroga entrar en lo más recóndito de sí mismo y abrirse al camino de respuesta que Dios ha escrito en el corazón humano".
El silencio, prosigue el Papa, es el lugar en donde habla Dios al hombre: "si Dios habla al hombre también en el silencio, el hombre igualmente descubre en el silencio la posibilidad de hablar con Dios y de Dios".
"La contemplación silenciosa –continúa Benedicto XVI– nos sumerge en la fuente del Amor, que nos conduce hacia nuestro prójimo, para sentir su dolor y ofrecer la luz de Cristo, su Mensaje de vida, su don de amor total que salva".
Tras recordar que a la pregunta sobre el sentido del hombre se encuentra respuesta en el misterio de Cristo, del que nace la misión de la Iglesia de evangelizar, el Papa reitera que la palabra y el silencio son la base para la evangelización.
"Aprender a comunicar quiere decir aprender a escuchar, a contemplar, además de hablar, y esto es especialmente importante para los agentes de la evangelización: silencio y palabra son elementos esenciales e integrantes de la acción comunicativa de la Iglesia, para un renovado anuncio de Cristo en el mundo contemporáneo", concluye.
La Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que se celebrará el próximo 20 de mayo. Participaron de la presentación del mensaje el Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, Arzobispo Claudio Maria Celli; Mons. Paul Tighe, Secretario del mismo dicasterio, Mons. Giuseppe Antonio Scotti, Secretario adjunto del mismo; y el subsecretario Dr. Angelo Scelzo.
Para leer el mensaje completo, ingrese a: http://www.aciprensa.com/Docum/documento.php?id=434