Al presidir la Eucaristía por el cursillo mil del Movimiento de Cursillos de Cristiandad en la ciudad de Córdoba (España), el presidente del Pontificio Consejo para los Laicos en el Vaticano, Cardenal Stanislaw Rylko, señaló que los movimientos eclesiales son un don del Espíritu Santo y una respuesta para los desafíos del mundo de hoy.
"Los movimientos eclesiales y las nuevas comunidades son respuesta oportuna del Espíritu Santo a los desafíos que el mundo lanza a la Iglesia de nuestros tiempos. Por eso la Iglesia os mira con gran esperanza y cuenta con vosotros", expresó el Purpurado en la celebración jubilar en la Iglesia Catedral de Córdoba, ante más de 2 mil cursillistas.
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Asimismo, tras resaltar la urgencia de la labor evangelizadora, destacó tres tareas para las asociaciones laicales y movimientos eclesiales actuales: "ser escuelas de santidad, de misión y de comunión".
En este sentido, indicó que "el mundo necesita verdaderos cristianos santos, por ello los movimientos y asociaciones laicales deben ser misioneros y evangelizadores, y verdaderas escuelas de comunión".
En otro momento de la Misa, el Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández, manifestó que el cursillo mil "es ocasión para agradecer a Dios tantos beneficios obtenidos en estos 58 años, en la Diócesis de Córdoba", y añadió que a través del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, "miles y miles de personas se han encontrado con Jesús en su Iglesia Santa".
Además, instó a los presentes a que la Eucaristía "les ayude a sentirse acogidos por la Iglesia Madre que impulsa a la Nueva Evangelización".
La Misa fue concelebrada por el Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández; el Arzobispo de Sevilla, Mons. Juan José Asenjo; el Obispo de Asidonia-Jerez, Mons. José Mazuelos; y el Nuncio Apostólico de España y Obispo de Segovia, Mons. Ángel Rubio.