Como antesala a la gran marcha pro-vida que hoy se realiza en la capital de Estados Unidos, miles de jóvenes participaron ayer domingo y la madrugada de este lunes 23 de enero en una vigilia por la vida que estuvo presidida por el Arzobispo de Galveston-Houston, Cardenal Daniel DiNardo.
En la homilía de la Misa que presidió ante unos 10 mil participantes, el Purpurado dijo a los jóvenes que "son una buena infección por lo que no deben subestimar su presencia" aquí para defender la vida ante amenazas como el aborto.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
En la Basílica Nacional de la Inmaculada Concepción, en el 39 aniversario del fallo Roe vs. Wade que legalizó el aborto en Estados Unidos, el Cardenal presidió la Misa a la que siguió el rezo del Rosario y una noche de oración.
La vigilia concluyó esta mañana con una Misa para luego participar de la Marcha Nacional por la Vida que se celebrar todos los años en Washington y que congrega a cientos de miles de participantes.
En su homilía el Cardenal DiNardo se refirió a la necesidad de la conversión personal para luchar de manera comprometida contra el aborto, que en estos 39 años ha cobrado la vida de millones de seres humanos en el vientre materno.
Con la conversión, "damos testimonio del milagro de la misericordia de Cristo y su gracia sanadora" que hace que "los corazones se llenen con paz y esperanza".
El Cardenal también expresó su preocupación por las graves amenazas al movimiento pro-vida en Estados Unidos, así como los recientes ataques al derecho fundamental a la libertad religiosa.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos anunció el viernes 20 de enero que obliga prácticamente a todos los seguros de vida a incluir en sus planes la esterilización y la anticoncepción, además de fármacos que provocan el aborto, para acceder a ellos gratuitamente.
El Cardenal DiNardo dijo que esta norma viola el derecho a la libertad religiosa y los derechos a la objeción de conciencia de los católicos obligando a los ciudadanos a "comprar directamente productos que violentan nuestros derechos".
El Arzobispo expresó sin embargo su esperanza por el futuro, en el que los jóvenes que "testimonian a Cristo en nuestra cultura" pueden revelar el rostro de amor del Señor también a quienes son hostiles.
"No dejen de dar testimonio para proteger la vida", concluyó.