En el marco del 50º aniversario de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), los obispos de ese país afirmaron que aunque la humanidad está preocupada por la crisis económica y financiera, "la gran crisis moderna es humana y moral".
En su carta pastoral con motivo de celebrarse este 21 de enero la fiesta de Nuestra Señora de la Altagracia, Patrona de República Dominicana, los obispos expresaron su preocupación porque "esa crisis moral ha ido enraizándose en el alma nacional".
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Como producto de esa crisis, mencionaron la creciente violencia contra la mujer y la familia, la falta de servicios básicos, el poco compromiso educativo de parte de las familias, la escuela y los medios de comunicación, además de la corrupción y mediocridad política.
Ante esto, los obispos manifestaron su compromiso con el pueblo dominicano: "la Conferencia del Episcopado Dominicano se ha sentido siempre comprometido a contribuir desde su misión con una nación más sana moralmente, fraterna, justa y equitativa".
Asimismo, expresaron su agradecimiento a Dios por "el crecimiento y desarrollo que nos ha permitido experimentar en estos 50 años de creación oficial de nuestra Conferencia".
"Al celebrarse también este año los 50 años del Concilio Vaticano II, no podemos silenciar esto debiendo tanto nuestro hacer y el modo de hacerlo a este evento. Al convocarlo, el admirado Beato Juan XXIII quería situar a la Iglesia en la modernidad", señalaron.
La Conferencia del Episcopado Dominicano fue creada el 22 de septiembre de 1962, fecha en que envió sus estatutos a la Santa Sede.
Cuenta con 11 diócesis y el obispado castrense con más de 584 parroquias, 11 seminarios menores y dos seminarios mayores, el Pontificio Santo Tomás de Aquino en sus dos recintos, Santo Domingo y Santiago y el Redemptoris Mater.