La Corte de Apelaciones de Massachusetts revirtió la sentencia de una jueza de Norfolk que pretendía obligar a una mujer esquizofrénica a someterse a un aborto y un procedimiento de esterilización para evitar futuros embarazos.

La mujer embarazada tiene de 32 años de edad, es madre de un niño –que está al cuidado de sus padres-, se declara católica y dice estar en contra del aborto.

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La sentencia de la Corte, que dice proteger la decisión personal de la mujer, evitará que el bebé sea abortado.

Según los especialistas, la jueza Christina Harms de Norfolk sobrepasó sus límites. "Es un caso que se destaca por la protección de los derechos de los enfermos mentales'', dijo Frank Smith, presidente de la Asociación de Abogados de Massachusetts.

La mujer, identificada en los registros de la corte con el seudónimo de Mary Moe, dijo a los funcionarios de la corte que es "muy católica'' y nunca tendría un aborto. Debido a su enfermedad mental también ha negado que esté embarazada y no recuerda que tuvo un aborto en su primer embarazo.

El caso llegó a los tribunales luego que en octubre la mujer acudiera a un hospital porque se sentí mal. Los médicos descubrieron que estaba embarazada y le pidieron abortar para administrarle medicamentos riesgosos para la salud del bebé.

El Departamento de Salud Mental presentó un pedido para que los padres de la mujer sean nombrados como tutores para que puedan dar su consentimiento para un aborto.

Según los documentos de la corte, entre su primer aborto y el nacimiento de su hijo, la mujer presentó un "brote psicótico" y desde entonces ha sido hospitalizada en numerosas ocasiones por la enfermedad mental.