Al presidir la Misa por el 471º aniversario de Lima, el Arzobispo de esta ciudad y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, alentó a todos los fieles de la capital a construirla desde sus raíces católicas y orientar sus esfuerzos al bien común.
En la homilía de la Eucaristía a la que asistieron diversas autoridades locales, entre las que se encontraba la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, el Cardenal recordó que desde su fundación en 1535 la capital peruana se cultivó bajo la religión católica.
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"Siempre hemos escuchado que al empezar el Acta de Fundación se invoca la ayuda de Dios, no queriendo hacer de la religión católica un elemento de división. Lima nació bajo la bendición de la Trinidad, nació y se cultivó bajo la sombra de una Santa Rosa de Lima, de un San Martín de Porres, de un Santo Toribio de Mogrovejo", señaló.
El Cardenal pidió a los habitantes de Lima trabajar para que "el ambiente y el clima social hagan de esta maravillosa ciudad un lugar hermoso, agradable y habitable. No nos acostumbremos a estar resaltando solo lo malo, lo difícil y lo contradictorio".
Sobre los deberes de los limeños en esta tarea, el Arzobispo resaltó que "hace falta una gran cruzada cívica de educación" para implantar "nuevamente en la ciudad el respeto por las normas y por el orden público".
"Podemos tener discrepancias, pero busquemos modos de trabajar unidos y si hay que rectificar, rectifiquemos; pero tengamos esa grandeza de ánimo, esa humildad, ese respeto para no humillar; como en una familia", añadió.
Tras hacer un llamado a la unión y a superar las dificultades, el Cardenal exhortó a los medios de comunicación para que cumplan con el deber de ayudar y educar a la población "en ese respeto, para que esa casa común que es la ciudad nos ayude a todos a seguir con entusiasmo".
El Purpurado subrayó luego la importancia de dejar de lado prejuicios e ideologías para trabajar con esfuerzo por Lima. "Que Dios bendiga a esta ciudad", concluyó.