El Tribunal Supremo de Estados Unidos reconoció el 11 de enero el derecho de una denominación cristiana a decidir si despide a un trabajador por motivos de coherencia con los principios del grupo religioso en su labor de enseñanza o comportamiento.
El fallo se refirió a la demanda contra la Iglesia Luterana Evangélica Hosanna-Tabor interpuesta por la profesora Cheryl Perich de una escuela en el estado de Michigan.
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Según la prensa, la maestra daba clases por ser miembro de esta confesión. Luego de una baja por enfermedad se dio con que su puesto había sido cubierto por otra persona. Entonces Perich acudió a los tribunales en vez de buscar un acuerdo interno.
La iglesia acusó a la profesora de "insubordinación y comportamiento problemático", ya que violó uno de los principios de la confesión que establece que las disputas en su seno se resuelvan sin acudir a los tribunales.
Aunque Perich fue apoyada por la Comisión de Oportunidades y por la Administración Obama, el Tribunal Supremo señaló que son las iglesias las que deben establecer quiénes son nombrados maestros, líderes y ministros. Asimismo, indicó que por encima de normas sobre discriminación laboral está la primera enmienda a la Constitución, que garantiza la libertad religiosa.
"El interés de la sociedad en la ejecución de estatutos contra la discriminación en el empleo es indudablemente importante, pero también lo es el interés de los grupos religiosos en escoger quién predica sus creencias, enseña su fe y lleva a cabo su misión", indica la consideración por escrito del presidente del tribunal, John Roberts.
El texto señala que cuando ambos principios entran en colisión, "para nosotros la primera enmienda es la que decanta la balanza".