El embajador saliente de Australia ante la Santa Sede, Tim Fischer, explicó que los países que no tienen un embajador residente en el Vaticano "pierden" mucho en el campo de la diplomacia.
En recientes declaraciones a ACI Prensa, Fischer consideró que "es mucho más fácil hacer el trabajo si estás en Roma".
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"El Vaticano no es un sitio cerrado. Hay que saber dónde buscar, a qué conferencias asistir, qué contactos tener. Si solo vuelas cuatro veces al año desde Dublin o La Haya o Ginebra, entonces se hace muy complicado hacer eso de manera comprehensiva y profesional", destacó.
Los comentarios del embajador se dan dos meses después de que Irlanda decidiera cerrar su embajada ante la Santa Sede, alegando que lo hacía por razones económicas. El nuevo embajador irlandés ante el Vaticano vivirá en Dublin, capital de Irlanda.
La Santa Sede mantiene actualmente relaciones diplomáticas con 179 países. La mitad de ellos tienen una embajada permanente en Roma. El embajador Fischer dijo además a ACI Prensa que estar tan cerca del Vaticano le permite a los gobiernos hacer parte de una red incomparable de diplomáticos.
Para el embajador, el Vaticano "es la organización más antigua del mundo y posee una red enorme. De hecho cuando ocurrió la guerra de los Balcanes, la mejor información sobre lo que realmente sucedía no la tenía la CIA ni la KGB; sino que estaba aquí mismo en Roma, en la Santa Sede".
Para el diplomático, si bien cada país tiene la potestad de decidir cómo maneja las relaciones con otros estados, "la opinión general" de los representantes en Roma sobre la decisión de Irlanda es que fue "una cuestión política antes que presupuestal".
Como católico, afirma que su tiempo en Roma ha sido de "enriquecimiento personal así como profesional" y señala que "ha sido un enorme placer conocer algunas personas maravillosas, comenzando con el Santo Padre, el Papa Benedicto XVI".
Desde su llegada a Roma en enero de 2009, Tim Fischer se convirtió en uno de los referentes del cuerpo diplomático en el Vaticano. El político australiano de 65 años ha priorizado, durante su estadía en la Ciudad Eterna, los temas de la libertad religiosa y el diálogo interreligioso.