La cuestionada escultura de 4 metros de alto del Beato Juan Pablo II que está ubicada en las afueras de la principal estación de trenes de Roma (Italia) será renovada para hacerla más fiel al diseño original.
En declaraciones a ACI Prensa el 10 de enero, el escultor italiano y creador de la escultura, Olivieron Rainaldi, indicó que "hice un diseño para la estatua que no fue ejecutado bien en sus bases".
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"No es el hecho ahora que hayamos generado una nueva estatua. Vamos a corregir los detalles que no fueron bien ejecutados para que así el trabajo final sea más fiel a mi idea original", añadió.
El rediseño contempla reemplazar la cabeza, modificar la capa del Papa y cambiar la parte exterior de la pintura dado que el bronce se ha oxidado y ha generado una sombra verduzca. Además la estatua será elevada en unos 50 centímetros en una nueva plataforma para poder mejorar su iluminación.
Cuando la escultura fue develada en mayo del año pasado, el diario vaticano L’Osservatore Romano la criticó por el "poco parecido" al Papa Juan Pablo II y describió la cabeza como "excesivamente esférica".
El Presidente de la Comisión Cultural de Roma, Federico Mollicone, fue bastante más duro y dijo que la estatua era "una mancha de barro permanente y sacrílega en la memoria del Papa".
Una encuesta del diario italiano La Repubblica mostró que al 87 por ciento del público en general no le importaba la escultura.
Rainaldi dijo a ACI Prensa en junio de 2011 que el diseño "avant garde" busca mostrar la vida interior del Papa peregrino en vez de ser una imagen fotográfica. "El hombre por dentro era más interesante que el hombre por fuera", señaló.
El costo de las modificaciones de la escultura será cubierto por la Silvana Paolini Angelucci Foundation, la institución de caridad que originalmente la donó.