Al recibir esta mañana a una delegación de jóvenes de la Acción Católica Italiana (ACR), quienes quisieron felicitarle la Navidad, el Papa Benedicto XVI animó a los jóvenes a seguir sembrando la semilla del Evangelio .
"Llevad a vuestros compañeros esta hermosa invitación, y decidles: Mira, yo he respondido a la llamada de Jesús y he encontrado en Él un gran amigo que hallo en la oración, que veo entre mis amigos, y que escucho en el Evangelio", invitó el Papa.
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Desde la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico Vaticano, el Santo Padre animó a los jóvenes a imitar a Jesús "que no dejaba a nadie solo con sus problemas, sino que los acogía siempre, compartía sus dificultades, lo ayudaba y le daba la fuerza y la paz de Dios".
Benedicto XVI recordó que en la llamada de Dios, hay una invitación a la vida, a ser jóvenes cristianos, a practicar el bien y también a dar a Jesús "gracias por todo aquello que me das".
Animó a reservar todos los días un momento para la oración, y recordó a los jóvenes que deben honrar el gran don de la vida, "apreciadlo, agradecedlo al Señor, pedidle que os dé una vida alegre a todos los chicos y chicas del mundo: Que todos sean respetados, siempre, y que a nadie le falte lo necesario para vivir".
Explicó que mediante el Bautismo, Jesús se hizo hermano de nosotros, y con la Comunión no llama a la amistad, y "Él os acompaña siempre en el camino de vuestra vida".
"Responded con generosidad al Señor que os llama a su amistad: ¡No os defraudará nunca!", exclamó.
Explicó que Dios llama a ser un don de amor de diversas maneras, "para formar una familia", o como sacerdotes, religiosos, o misioneros. "Sed valientes en darle respuesta", y "¡seréis felices para toda la vida!", exhortó.
Finalmente Benedicto XVI deseó una feliz Navidad a los jóvenes y les animó a pensar en Jesús mientras ponen el Pesebre en sus casas y decir "Ven a mi vida y yo te escucharé siempre".