El Papa Benedicto XVI aprobó hoy el milagro que permitirá la canonización del adolescente mártir de Filipinas, Pedro Calungsod, con lo que este muchacho catequista que murió por odio a la fe a los 17 años de edad se convertirá en el segundo santo de ese país asiático.
El anuncio de la decisión del Santo Padre se da luego que en el Ángelus dominical en el Vaticano el Papa dirigiera unas palabras de aliento y consuelo a las poblaciones de Filipinas afectadas por las inundaciones en los últimos días.
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El milagro que fue aprobado por las autoridades vaticanas en octubre y que ahora ha recibido la promulgación del Santo Padre es la inexplicable curación de una mujer a la que declararon muerte cerebral y despertó dos horas después.
El Beato Pedro Calungsod se convertiría en el segundo santo filipino junto a San Lorenzo Ruiz, canonizado en Roma en 1988.
Su vida
Nació en Cebu en 1655. Era un adolescente cuando salió de la Filipinas para las islas Ladrones en el Pacífico Oriental en 1668, como parte de un grupo de misioneros jesuitas.
A pesar de los problemas de alimentación y el duro clima, los misioneros tuvieron éxito. Las islas cambiaron de nombre a Las Marianas en honor a la Virgen María.
Sin embargo, algunos grupos de indígenas paganos difundieron rumores sobre el agua que usaban los misioneros para bautizar a los conversos.
El 2 de abril de 1672, Pedro y un sacerdote jesuita, el Beato Padre Diego Luis de San Vitores, bautizaron a un bebé. El padre del niño se enfureció y los atacó. Pedro recibió pedradas en el pecho y la cabeza. El Padre Diego le dio una absolución sacramental y después a él mismo le dieron muerte. Los asesinos echaron los cuerpos al mar.
Fue declarado beato en el año 2000 por el Papa Juan Pablo II.