El Papa Benedicto XVI hizo un especial llamado a los católicos para renovar el deseo de inflamar a todos con el fuego del Evangelio, en el video mensaje que envió a la diócesis italiana de Nápoles en ocasión de la clausura de su Año Jubilar que concluyó ayer.
En el mensaje que fue proyectado ayer en la solemne vigilia de clausura presidida por el Arzobispo de Nápoles, Cardenal Crescenzio Sepe, el Santo Padre afirma que este Año Jubilar ha sido para los católicos de esta parte de Italia "un tiempo fuerte de esperanza y una oportunidad de nueva evangelización".
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Este tiempo, prosiguió el Papa, ha sido para Nápoles un periodo "de inmersión en el misterio de Dios y por ello un año de gracia. Se puede compararlo a un ‘bautismo’ porque, en cierto sentido, el Jubileo ha abierto el cielo sobre vosotros y ha hecho descender sobre vuestras vidas y sobre vuestra comunidad la fuerza del Espíritu Santo, de modo similar a cuando descendió sobre los discípulos en el cenáculo, en Pentecostés.
"Y es el mismo Espíritu Santo que ha hecho bellos y significativos los diversos momentos de vuestro Jubileo y ha suscitado en ustedes propósitos santos, proyectos generosos y sobre todo un renovado deseo de inflamar vuestra ciudad con el fuego del Evangelio", dijo.
El Papa recordó que ante esta realidad "pueden caminar con renovado entusiasmo y afrontar con la fuerza de la fe, de la esperanza y de la caridad los muchos complejos problemas que se encuentran en la vida cotidiana".
Siguiendo el ejemplo de los apóstoles luego de Pentecostés que anunciaron con valor la Buena Nueva, así también los católicos deben "renovar la esperanza, déjense guiar por la fuerza del Espíritu Santo y colaboren con renovado empuje en la misión de la Iglesia".
"Cada uno dando fruto con los dones recibidos, poniéndolos al servicio de los otros y de la edificación de toda la comunidad, sin personalismos ni rivalidades, sino en espíritu de sincera humildad y alegre fraternidad. Tengan siempre, como ya hacen, especial cuidado con los hermanos más pequeños y frágiles, los más pobres y desaventajados".
Finalmente el Santo Padre hizo votos para que la Virgen del Carmen y San Genaro "los ayuden a avanzar con perseverancia y fidelidad los esfuerzos asumidos en este Año Jubilar. ¡Con mis oraciones, os acompañe siempre la Bendición Apostólica, que envío de corazón a todos!"