El Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos), Mons. José Gómez, señaló que el país necesita una reforma migratoria justa y humana, pues los inmigrantes son también hijos de Dios y "una fuerza revitalizadora para el país".
"Hoy especialmente, muchos de nuestros hermanos y hermanas están sufriendo. Estos son tiempos difíciles, especialmente en lo económico, y muchos de nuestros hermanos están desempleados o no tienen trabajo suficiente para vivir. Muchos de nuestros hermanos y hermanas viven con incertidumbre debido a su condición migratoria", afirmó el lunes durante la Misa por la fiesta de la Virgen de Guadalupe.
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"¡Necesitamos justicia para nuestros hermanos y hermanas! Necesitamos reformar las políticas, necesitamos cambiar nuestros corazones y actitudes: ser más acogedores con los inmigrantes que están a nuestro alrededor, tratarlos como hijos de Dios y celebrar sus muchas contribuciones al bienestar de nuestra nación en el ámbito económico, cultural y espiritual", expresó.
En ese sentido, Mons. Gómez advirtió que "la falta de una reforma migratoria justa, humana y eficaz debilita el bien común de toda la unión americana".
El Arzobispo recordó que todos los hombres son hijos de Dios y que esa "es la hermosa verdad del Adviento y la Navidad" mostrada por la Virgen de Guadalupe desde la primera evangelización de América. "Hoy, durante este tiempo de Adviento, estamos llamados a ser como San Juan Diego, cuando recibió el mensaje de Nuestra Señora de Guadalupe", afirmó.
Mons. Gómez recordó que Juan Diego "era un hombre sencillo que cumplía sus responsabilidades diarias. No era poderoso ni influyente en el mundo. María lo llamó ‘el más pequeño de mis hijos’. Sin embargo, Dios tenía un plan para él que le era desconocido", convirtiéndose en el primer gran evangelista del Nuevo Mundo.
En ese sentido, afirmó que "Dios quiere que vivamos nuestra fe de manera normal, en nuestra vida diaria, empezando por las personas que tenemos más cerca".
"Queridos hermanos y hermanas guadalupanos, una vez más reflexionemos en cómo cada uno de nosotros es el más pequeño de los hijos de María. Y así como lo hizo Juan Diego, Dios quiere que cada uno lleve su mensaje de perdón y amor al mundo", expresó.