Los obispos españoles han defendido el papel de la familia en la sociedad actual al señalar que "Europa necesita de la familia" y considerar que "no es posible" la regeneración de la Unión Europea "si no pasa por la realidad de la familia tal y como Dios la pensó".
En el mensaje de los obispos de la Subcomisión de la Conferencia Episcopal Española (CEE) con motivo de la Jornada de la Sagrada Familia –que se celebra el próximo 30 de diciembre bajo el lema "Familia cristiana, arraigada en Cristo"–, los prelados consideran que las familias "deben ser impulsoras de una justa política familiar que responda a sus derechos, necesidades e ilusiones".
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De este modo, aseguran, obtendrán respuesta "los deseos de la inmensa mayoría de la sociedad en sus problemas de vivienda, educación, conciliación laboral, etc.", por lo que definen la tarea de "urgente e inaplazable".
Por otro lado, en su mensaje, los obispos hacen un llamado a todas las comunidades cristianas, movimientos y asociaciones "a ser testigos y portavoces del mensaje y la misión que el Santo Padre nos ha dejado: la familia, el hogar, fundado en el don que Cristo Esposo hace a la comunión esponsal indisoluble y abierta a la vida, forma parte de la esperanza de los hombres". De esta manera, afirman, el futuro de la humanidad y de la Iglesia "se fragua en la familia".
En este sentido, recuerdan que la familia "es el lugar donde Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre, nació, vivió, creció y murió" y subrayan que la familia "es el reflejo en la tierra del misterio de Comunión eterna que Él vive en el seno de la Santísima Trinidad".
"La familia, a imagen de la Trinidad, es origen de la vida y casa de la comunión donde se descubre, acoge, custodia, revela y se comunica el amor", explican.
El mensaje de los obispos también detalla que la familia tiene "la misión específica del servicio a la vida" ya que los esposos "se hacen aptos para recibir el don de la vida", una vida humana que califican de "bien", por lo que instan a su protección frente "a tantas amenazas".
En la misma línea, argumentan que los padres "son también los primeros responsables de la educación de sus hijos para introducirlos progresivamente dentro de la familia humana".
"Igualmente, mediante la regeneración por el bautismo, el hijo es introducido en la familia de Dios, que es la Iglesia, y recibe un corazón nuevo para vivir el amor y el perdón", prosigue la misiva.
Por ello, los obispos indican que la familia "colabora con Cristo y la Iglesia en la transmisión de la fe y la iniciación cristiana".
Ayudar en la crisis
Entre otras características, los prelados aseguran que la familia "recibe la fuerza del Espíritu para poder vivir su vocación en medio de las dificultades y problemas del momento", además de contar con "la especial capacidad de sanar con su cariño, acogida, amor y perdón los corazones a menudo con tantas heridas afectivas, morales, sociales y psicológicas" y "aportar su ayuda en esta crisis económica, ante la falta de trabajo, ante las enfermedades, protegiendo, sosteniendo y animando a cuantos lo precisen".
Entre otras misiones, los obispos señalan que "la primera manifestación de la misión de la familia cristiana como Iglesia doméstica es la transmisión de la fe" y defienden su participación "como sujeto activo en la Nueva Evangelización", basada en aspectos como el origen de la vida o la imagen de la Trinidad, entre otros.
Por último, los prelados hacen un llamamiento a la Sagrada Familia para ayudar, "en la medida de sus posibilidades, de manera especial a cuantos sufren las consecuencias de la crisis" y recuerdan que el próximo Encuentro Mundial de Familias con el Santo Padre Benedicto XVI se celebrará el próximo año en Milán (Italia).