Un destacado comentarista del diario canadiense National Post recogió el malestar de la comunidad católica en el país por un programa especial navideño en el que la "conejita de Playboy", Pamela Anderson, caracteriza a la Virgen María.
El comentarista Rex Murphy, que también es figura de la cadena CBC, consideró ofensiva y de mal gusto la iniciativa del comediante Russell Peters de invitar Anderson, "la reina del pin-up y actriz de soft-porn, para representar a la Virgen María".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Hace unas semanas, el canal privado de televisión CTV anunció que Anderson, junto con el cantante Michael Bublé aparecerá en el programa de televisión "It’s a Russell Peters Christmas".
En las imágenes distribuidas por CTV se ve a Anderson, también conocida por la amplia distribución en Internet de un video casero pornográfico en el que aparece junto con su ex esposo, el rockero Tommy Lee, aparece vestida como la Virgen María sosteniendo en un pesebre un muñeco que representa a Jesús.
Murphy arremetió contra Peters y deploró que "ser un cristiano serio en la cultura occidental moderna signifique convertirse en el blanco predilecto fácil" de "cada comediante medio tonto" y "pensador progresista".
Ser cristiano hoy, agregó Murphy, implica "tener tu sensibilidad y tus creencias más profundas de guardia permanente ante la burla y la profanación. Mientras todos los progresistas predican a todo volumen sobre la inclusión y la sensibilidad y tienen el máximo cuidado en el lenguaje cuando se habla personas con diferentes puntos de vista o matices, los cristianos, como cristianos, están bajo una lluvia constante de maltrato y desprecio. No hay nada demasiado bajo o demasiado vulgar".
El comentarista lamentó que se haya conseguido a "una exhibicionista lasciva para interpretar a María, la misma Madre de Dios".
Murphy recordó una serie de profanaciones de lugares católicos que no reciben atención alguna de la prensa ni de las autoridades. Para el autor, "hay una contradicción radical con el tratamiento dado a los creyentes cristianos y la mayoría de los otros grupos religiosos y no es ocioso insistir en este punto".
"Sería bastante bueno que tanta gente que ofrece el respeto, la tolerancia por las creencias distintas de las suyas, pueda tratado con la cortesía de igualdad a los cristianos", indicó.