El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, indicó este jueves que el Vaticano "evaluará mejor" la ordenación del P. Peter Luo Xuegang como Obispo Coadjutor de la Diócesis de Yibin en Sichuan (China), "cuando reciba informaciones más extensas".
El P. Lombardi se refirió de esta manera a la ordenación del P. Lou Xuegang. Recordó que el sacerdote cuenta con la aprobación de la Santa Sede, pero lamentó que en la ceremonia participase el obispo Lei Shiyin, ordenado recientemente por las autoridades comunistas de China a pesar de la oposición del Vaticano.
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"He sabido, por los medios de comunicación, que esta mañana ha tenido lugar la ordenación del reverendo Peter Luo Xuegang como obispo coadjutor de la diócesis de Yibin en Sichuan. El consagrante principal ha sido el anciano obispo diocesano John Chen Shizhong. Todos los consagrantes son obispos en comunión con el Santo Padre, excepto Lei Shiyin de Leshan", señaló en respuesta a la pregunta de la prensa.
El P. Lombardi añadió que "después de las tres recientes ordenaciones episcopales sin el mandato pontificio, el hecho de tener un nuevo prelado, que está en comunión con el Papa y con todos los obispos católicos del mundo, es ciertamente positivo y será muy apreciado no sólo por parte de los obispos y fieles chinos, sino también por la Iglesia universal".
"En cambio, la participación del obispo ilegítimo que, -como es sabido- se encuentra en la condición canónica de una persona excomulgada, no apunta a ese camino y suscita desaprobación y desconcierto por parte de los fieles; todavía más porque ha participado como obispo consagrante y ha concelebrado la eucaristía. Su posición canónica empeora, desgraciadamente, ya que reincide en desobedecer a las normas de la Iglesia".
"En una situación ordinaria la presencia del obispo Lei Shiyin tendría que haberse excluido tajantemente y comportaría consecuencias canónicas para los otros obispos participantes. En las circunstancias actuales es probable que éstos no hayan podido impedirla sin graves inconvenientes. En cualquier caso, la Santa Sede evaluará mejor la cuestión cuando reciba informaciones más extensas", señaló.
Desde que China y la Santa Sede rompieron relaciones en 1951, han sucedido varios episodios de desencuentros debido a la decisión de las autoridades comunistas de ordenar obispos.
Como se sabe, en este país se permite el culto católico únicamente a la Asociación Patriótica Católica China, subalterna del Partido Comunista de China, y se rechaza la autoridad del Vaticano para nombrar obispos o gobernarlos. La Iglesia Católica fiel al Papa no es completamente clandestina; aunque es asediada constantemente.