Al celebrarse este 1 de diciembre e Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, el Vaticano dio a conocer un comunicado en el que recuerda que la abstinencia, la fidelidad y el rechazo a la promiscuidad sexual son las armas que propone la Iglesia para luchar contra esta enfermedad.
El comunicado del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes Sanitarios, firmado por su presidente el Arzobispo Zygmunt Zimowski, señala que este día "debe constituir una nueva oportunidad para promover el acceso universal a las terapias para quienes están infectados, la prevención de la transmisión de madre a hijo y la educación a estilos de vida que incluyan una aproximación correcta y responsable a la sexualidad. Asimismo, es un momento privilegiado para relanzar la lucha contra el prejuicio social".
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El texto recuerda que unas 1.800.000 personas mueren cada año a causa del SIDA, principalmente en el África subsahariana. "Son personas que podrían llevar una vida normal si tuvieran acceso a las terapias farmacológicas adecuadas, conocidas como terapias antirretrovirales", indica.
"Hay muertes que ya no son justificables, como tampoco lo es el dolor de los familiares de las personas afectadas (...) Tampoco se puede justificar ya la transmisión de la infección de madres a hijos".
El comunicado señala luego que "aunque no se puede por menos que comprometerse en la extensión de estos tratamientos a todos los pueblos y sectores de la población, sigue siendo fundamental, por otra parte, la formación y la educación de todos y en particular de las nuevas generaciones, a una sexualidad basada en ‘una antropología anclada en el derecho natural e iluminada por la Palabra de Dios’".
El texto resalta además que "la Iglesia y su Magisterio, piden un estilo de vida que privilegie la abstinencia, la fidelidad conyugal y el rechazo de la promiscuidad sexual, porque, como subraya la exhortación apostólica post-sinodal ‘Africae Munus’ todo esto forma parte de la cuestión del ‘desarrollo integral’ al que las personas y comunidades tienen derecho".
"Al lanzar este nuevo llamamiento al compromiso y a la solidaridad en favor de todas las víctimas (directas e indirectas) de VIH / SIDA, queremos dar las gracias, en unión espiritual con el Santo Padre, a todos los que a lo largo de estos años se han esforzado tanto por ayudarlas".
Seguidamente indican que "nos referimos aquí a las instituciones, organismos y voluntarios que trabajan en el ámbito sanitario y en particular del SIDA (...) Sin duda, merecen el apoyo operativo y la ayuda, sin trabas ideológicas, de las organizaciones internacionales y de los benefactores".
Finalmente expresan "nuestra cercanía a los enfermos de VIH / SIDA, a los que están cerca de ellos, y a todos los trabajadores de la salud que, expuestos al riesgo de infección, les prestan toda la atención posible respetando su personalidad y su dignidad".
Según el informe 2011 de ONUSIDA sobre el estado de la enfermedad en el mundo, existen unos 34 millones de personas con HIV y África Subsahariana sigue siendo la región que concentra el mayor número de infectados, con el 68% del total.
En el mundo, la Iglesia Católica dirige 117 mil centros de atención a enfermos de SIDA, con los que tiene a su cargo aproximadamente al 25 por ciento de las personas que padecen este mal.