El canal peruano América Televisión, que propaló en los últimos meses la serie La Perricholi, reconoció este jueves que recortó los capítulos como medida de "autorregulación" para respetar el horario de protección al menor establecido por la Sociedad Nacional de Radio y Televisión (SNRTV).
En un comunicado firmado por el gerente general, Eric Jurgensen, la televisora indicó que el corte de determinadas escenas "ha sido una decisión estrictamente empresarial. Hay que ajustarse a la programación del canal, una serie o una telenovela puede recortarse o incluso en algunas ocasiones extenderse, sin afectar el desarrollo de la trama, para poder respetar así las estrategias de programación".
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En ese sentido, dijo que existe "una autorregulación de nuestro canal para cumplir las reglas que nosotros mismos impusimos en la SNRTV, de hecho, yo fui uno de los impulsores para que los canales de televisión y las radios tengan un sistema de autorregulación a través de la SNRTV".
El comunicado se emitió luego que el 24 de octubre la SNRTV multara al canal con 4.000 dólares por emitir La Perricholi dentro del horario de protección al menor, a pesar de sus contenidos no aptos para niños y adolescentes, como desnudos y su promoción de la homosexualidad.
La asociación Valores Humanos fue la entidad que presentó la queja ante el organismo regulador, que también exigió a América Televisión adecuar los contenidos de la novela al horario de protección al menor.
Esto provocó la ira del guionista Eduardo Adrianzén y del productor Michel Gómez, que calificaron a los miembros de Valores Humanos de "cucufatas", "grupo fundamentalista religioso", "fascismo religioso", "pseudocatólicos fascistas" y "grupo de ultraderecha".
"Hoy, jueves, de nuevo han cortado, pensábamos que la Inquisición no mandaba en América TV, pero al parecer sí, es una lástima", escribió Adrianzén en su cuenta de twitter en alusión a los cortes ordenados por la SNRTV.
Sin embargo, Valores Humanos afirmó que su objetivo "es buscar una mejora de los medios de comunicación, que respeten la dignidad de las personas y colaboren con la formación de los menores, transmitiendo valores".
La asociación, que representa a 10.000 usuarios, recordó que la Constitución peruana señala que "los medios de comunicación social deben colaborar con el Estado en la educación y en la formación moral y cultural".
Rigor histórico
Otras de las críticas que despertó la novela La Perricholi fue su falta de rigor histórico, ya que se basa en la historia de Micaela Villegas, una mujer mestiza que, según cuentan las tradiciones, tuvo un romance con el Virrey Manuel Amat.
En ese sentido, Adrianzén reconoció el 4 de noviembre en su cuenta de twitter que su guión es "un discurso televisivo que reivindica el sexo libre como derecho y placer". "‘La Perricholi’ es una novela de corte liberal y laico", afirmó.
Sin embargo, más allá de haber sido por un tiempo la amante del Virrey Amat, las Tradiciones Peruanas recogidas por el reconocido escritor Ricardo Palma señalan que Micaela Villegas, al final de sus días, tuvo una vida de recogimiento espiritual y de respeto hacia Dios.
En "Genialidades de la ‘Perricholi’", Palma cuenta que con el objetivo de escandalizar a la aristocracia limeña, Micaela "recorrió las calles y la Alameda en una soberbia carroza cubierta de dorados y primorosas pinturas, arrastrada por cuatro mulas conducidas por postillones brillantemente vestidos con libreas galoneadas de plata, iguales a las de los lacayos que montaban en la zaga.
Mas cuando volvía a su casa, radiante de hermosura y gozando el placer que procura la vanidad satisfecha, se encontró por la calle de San Lázaro con un sacerdote de la parroquia que conducía a pie el sagrado Viático.
Su corazón se desgarró al contraste de su esplendor de cortesana con la pobreza del Hombre-Dios, de su orgullo humano con la humildad divina; y descendiendo rápidamente de su carruaje, hizo subir a él al modesto sacerdote que llevaba en sus manos el cuerpo de Cristo.
Anegada en lágrimas de ternura, acompañó al Santo de los Santos, arrastrando por las calles sus encajes y brocados; y no queriendo profanar el carruaje que había sido purificado con la presencia de su Dios, regaló en el acto carruaje y tiros, lacayos y libreas a la parroquia de San Lázaro’".
Asimismo, Ricardo Palma relata que al retirarse el Virrey Amat para España, "la Perricholi se despidió para siempre del teatro, y vistiendo el hábito de las carmelitas hizo olvidar, con la austeridad de su vida y costumbres, los escándalos de su juventud.
Sus tesoros los consagró al socorro de los desventurados, y cuando cubierta de las bendiciones de los pobres, cuya miseria aliviara con generosa mano, murió en 1812 en la casa de la Alameda Vieja, la acompañó el sentimiento unánime y dejó gratos recuerdos al pueblo limeño", finaliza Palma.