El Papa Benedicto XVI hizo un llamado para ayudar a la población de Turquía que el pasado domingo se vio sacudida por un sismo de 7.2 grados Richter.
Luego de la celebración de la palabra que reemplazó este miércoles la audiencia general a causa del mal tiempo, el Santo Padre dijo que "en este momento, el pensamiento va a las poblaciones de Turquía fuertemente golpeadas por el terremoto que ha causado graves pérdidas humanas, numerosos desaparecidos e inmensos daños".
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"Os invito a uniros a mí en la oración por aquellos que han perdido la vida y a permanecer espiritualmente cercanos a la gran cantidad de personas tan duramente probadas", exhortó.
Finalmente hizo votos para "que el Altísimo sostenga a todos aquellos que están comprometidos en la obra de socorro".
El balance de víctimas del terremoto de 7,2 grados que se produjo el pasado domingo en la provincia de Van, en el sureste de Turquía, se ha elevado a 366 muertos y 1.301 heridos, según informó el martes la Administración de Desastres y Emergencias en un comunicado.
La misma fuente indicó que 2.262 edificios se hundieron a causa del sismo, que sacudió el domingo por la tarde varias ciudades y aldeas próximas al Lago Van, el más extenso de Turquía y próximo a la frontera con Irán.
El anterior balance oficial de víctimas mortales era de 279. La mayoría de los edificios se hundieron en Ercis, una ciudad de 100.000 habitantes en donde ayer fue rescatada una bebé de 14 días de nacida en brazos de su madre que también sobrevivió.
Según las autoridades, muchas personas siguen desaparecidas.