El Obispo de Kitui (Kenia), Mons. Anthony Muheira, pidió que el trabajo de misioneros y ONG en África "no disminuya" tras los secuestros "injustos y penosos" de los que han sido víctimas varios cooperantes españoles en las últimas semanas como el ocurrido en el campamento de Dadaab (Kenia) y destacó su "importante" labor en el terreno.
En este sentido, Mons. Muheira explicó, en una entrevista a Europa Press, que la situación es "muy compleja" y ha confiado en que las autoridades encuentren "buenas soluciones y pronto". "Que Dios les cuide", ha deseado en referencia a los cooperantes.
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Estos secuestros se enmarcan en una situación ya de por sí "muy difícil" por la hambruna declarada en el Cuerno de África y que, según ha indicado el Obispo de Kitui fue "especialmente complicada" durante el pasado mes de julio, cuando todavía había poca ayuda de las ONG.
"Hay que pensar que la hambruna no conoce fronteras, las víctimas buscan donde sea y se entiende que no caben límites cuando es la vida la que está en juego", añadió.
"Debido a la sequía, la gente caminaba a veces más de 30 kilómetros en búsqueda de agua, aún así no potable. Se pueden imaginar la calidad de vida de esas personas durante más de tres meses", remarcó, al tiempo que subrayó que, ante esta situación, la intervención de las ONG y el gobierno con raciones de comida ayudó mucho a la población, sobre todo, a los niños.
Asimismo, comentó que la Iglesia está intentando hacer "lo que sus recursos le permiten para amortiguar el impacto" de la crisis, como una colecta para ayudar a las personas hambrientas de la diócesis o la utilización de camiones para transportar agua a algunas aldeas donde la situación era crítica.
La Iglesia con los refugiados
Además, ante la llegada de más de 500.000 somalíes que han buscado refugio en campamentos de Kenia, Mons. Muheira aseguró que la Iglesia "abraza a todos" y les da "acogida y ayudas sociales" en la medida que puede.
Igualmente, señaló que la ayuda humanitaria y de personal voluntario ha tenido "mucha relevancia" a la hora de proveer de recursos alimenticios o educativos. "Allí se ve una clara manifestación del testimonio de la misión de la Iglesia", afirmó.
Así, mostró su agradecimiento al Papa Benedicto XVI por ser "uno de los primeros que intervino enviando una ayuda importante a todos los afectados" así como a las Cáritas del mundo y a los habitantes de Kenia por su contribución en una colecta nacional.
Sin embargo, advirtió que estas ayudas de emergencia no solucionan "el problema de fondo" y, para resolverlo, ha indicado que varias diócesis están estudiando con otras organizaciones el impuso de programas a largo plazo que, por ejemplo, garanticen una seguridad alimentaria.
No obstante, por encima de todo esto, Mons. Muheira remarcó que la Iglesia "acompaña" a la gente en dificultades como ésta dándoles "esperanza y sentido" y ha destacado la "heroicidad" de "tantos sacerdotes, monjas, misioneros y agentes de evangelización".
De hecho, precisó que es "difícil" enfrentar estas situaciones si uno no tiene una "visión trascendente" pues, a su juicio, Dios da "esperanza y un sentido a lo que pasa".
En esta línea, explicó que los habitantes de Kitui y por extensión, de Kenia y de África, tienen "mucha fe en Dios" algo que, según apuntó el Obispo de Kitui, "ayuda mucho para que no vean estos momentos desde una visión de tragedia y para que se empeñen en hacer todo lo posible por reducir los problemas".
"La gente lo vive con sentido de solidaridad, y a la vez, con gran sentido de esperanza, que caracteriza a nuestro pueblo", afirmó, al tiempo que ha animado a todos a rezar para que llueva en el Cuerno de África, como lo hizo ya, según contó, hace unos días. "Rezando con fe, creemos que Dios nos escuchará", concluyó.