El Papa Benedicto XVI animó a los jóvenes a apoyarse en la fe para no ceder a la tentación del pesimismo en la Visita Pastoral a Lamezia Terme y Serra San Bruno que realiza hoy a la región italiana de Calabria bajo el lema “En nombre de Jesucristo, el Nazareno, ¡camina!”.
“Estoy seguro de que sabréis superar las dificultades de hoy para preparar un futuro mejor. No ceder jamás a las tentaciones del pesimismo y de la resignación en vosotros. Recurrid a vuestra fe y capacidades humanas; esforzaos en crecer en la capacidad del amor, de cuidar del otro y de todos los bienes públicos, custodiad el hábito nupcial del amor; perseverad en el testimonio de los valores humanos y cristianos tan profundamente radicados en la fe y en la historia de este territorio y de su población”, exhortó Benedicto XVI.
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El Santo Padre fue recibido esta mañana por el Obispo de Lamezia Terme, Mons. Luigi Cantafora; el Embajador de Italia ante la Santa Sede, Francisco María Greco; y el Presidente de Calabria, Antonio Reppucci, entre otros.
El Santo Padre celebró la Eucaristía desde Lamezia Terme, zona industrial y en su homilía, animó a practicar la caridad, agradeció a Mons. Cantafora, a los fieles, y a las autoridades civiles y militares su calurosa acogida, y expresó su alegría por alcanzar dichas tierras.
Calabria, situada al sur de Italia, es la región italiana más afligida por la mafia, la violencia, el crimen y la desocupación. La Ndràngheta, tal y como se conoce a la mafia calabresa, es una de las más fuertes y peligrosas organizaciones criminales del país, la cual tiene además prolongación en el extranjero.
“Para hacer frente a la nueva realidad social y religiosa –de Calabria-, distinta del pasado, y quizá ahora con mayor dificultad, pero también plena de potencialidad, es necesario un trabajo pastoral moderno y orgánico que afiance en el Obispo todas las fuerzas cristianas: sacerdotes, religioso y laicos, alentaos por el común compromiso de la evangelización”, expresó el Santo Padre.
El Papa también recordó la importancia de enseñar a las nuevas generaciones a vivir en el compromiso del matrimonio y la familia, “con el fin de dar una respuesta evangélica y competente a los numerosos retos que hoy día afectan al campo de la familia y la vida”.
Benedicto XVI se dirigió también a los fieles laicos, los jóvenes y las familias. “¡No tengáis miedo de vivir vuestra fe en los diversos ámbitos de la sociedad, en las múltiples situaciones de la existencia humana! Tenéis los motivos para mostraros fuertes, confiados y valientes, y esto es gracias a la luz de la fe y a la fuerza de la caridad”.
“Y cuando encontréis la oposición del mundo, haced vuestras las palabras del Apóstol: ‘Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, concluyó el Santo Padre.