El presidente del Pontificio Consejo "Cor Unum", Cardenal Robert Sarah, afirmó que la colaboración entre la Iglesia Católica y la Anglicana para paliar el hambre en el Cuerno de África es "un significativo testimonio de una caridad que nos une" a todos los cristianos.
El Purpurado dio estas declaraciones luego del encuentro que sostuvo con representantes de organismos caritativos católicos y anglicanos, donde estuvo presente David Pain, representante del Arzobispo de Canterbury, Rowan Williams.
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"Todo este esfuerzo nos habla de la vitalidad que la fe produce, y que se manifiesta en frutos de compartición, de amor, de compasión, de atención al otro, de ayuda y de promoción de la persona humana, sea cual sea la raza o religión a la que pertenezca. Esta acción es una consecuencia derivada de nuestra fe que se hace operativa en el amor", dijo el Cardenal Sarah.
El Purpurado indicó que el encuentro "responde al deseo del Papa de testimoniar la caridad de Cristo y de toda la Iglesia hacia el hombre que sufre. Donde el hombre sufre, Dios le está cercano".
En ese sentido, dijo que "la Iglesia Católica seguirá cumpliendo su misión y buscará de nuevo la colaboración de las otras comunidades cristianas para desempeñar una parte activa en la resolución del drama humanitario que se está consumando en el Cuerno de África".
El Cardenal señaló que esta emergencia preocupa a Benedicto XVI, que ha apoyado a las Iglesias en Somalia, Kenia, Etiopía y Gibuti con 400,000 dólares para las primeras intervenciones de acogida y asistencia a las víctimas. Además, en Italia, Alemania, Suiza, Francia e Irlanda se han realizado colectas especiales en las parroquias.
El presidente de "Cor Unum" reiteró el llamado del Papa a la comunidad internacional para que ayude a esta zona de África, pues "lamentablemente, a menudo vemos que los mecanismos que gobiernan la acción internacional se dirigen a la búsqueda del interés de cada nación. Prevalecen los aspectos del egoísmo también en la política internacional. Debemos dejarnos inspirar para desarrollar una política que se interese verdaderamente por el bien común".
Por su parte, Pain leyó un mensaje del Arzobispo de Canterbury que llama a descubrir el rostro de Cristo en las personas "que padecen hambre y sed". "Debemos buscar con renovada pasión y compromiso respuestas efectivas y duraderas para acabar con el intolerable escándalo de las hambrunas recurrentes en nuestro mundo", afirmó.