En su discurso esta mañana a los Obispos de Indonesia en donde los cristianos sufren persecución, el Papa Benedicto XVI alentó a fomentar con justicia y paciencia la libertad de vivir y predicar el Evangelio.
En su mensaje a los prelados que sirven en un país con 220 millones de personas, en su gran mayoría musulmanes, y en donde los católicos son una minoría de algo más de 6 millones (3,5 por ciento), el Santo Padre recordó la importancia del anuncio del Evangelio.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"El mensaje de Cristo de salvación, perdón y amor se ha predicado en vuestro país durante siglos. Pero el impulso misionero sigue siendo esencial para la vida de la Iglesia y se manifiesta no sólo en la predicación del Evangelio, sino también en el testimonio de la caridad cristiana", dijo Benedicto XVI
Ese testimonio, prosiguió, es "el sello distintivo de cada movimiento, acción y expresión de la Iglesia, en todos sus sacramentos y tareas caritativas, educativas y sociales, de modo que todos sus miembros se comprometan a hacer que el Dios uno y trino sea conocido y amado a través de Jesucristo".
Benedicto XVI dijo luego a los Prelados que han visto una serie de ataques contra los cristianos en las últimas semanas que "apropiadamente, la Constitución de Indonesia garantiza el derecho humano fundamental de libertad de practicar la propia religión".
"La libertad de vivir y predicar el Evangelio no puede darse por sentada y siempre debe ser justa y pacientemente fomentada. La libertad religiosa no estriba solamente en estar libre de imposiciones externas".
Uno de los atentados más recientes en contra de los cristianos en Indonesia se registró el pasado 25 de septiembre, cuando extremistas musulmanes hicieron explotar una bomba en un templo acabando con la vida de 22 personas, lo que fue enérgicamente rechazado por los obispos católicos de Indonesia.
El Santo Padre recordó también en su discurso que la libertad religiosa es "un derecho a ser auténtica y plenamente católicos, a practicar la fe, a edificar la Iglesia y contribuir al bien común, anunciando el Evangelio como Buena Nueva e invitando a todos a la cercanía con el Dios de la misericordia y la compasión que se manifiesta en Jesucristo".
El Papa alentó el constante esfuerzo de los obispos para promover y sostener el diálogo interreligioso en Indonesia, un país, "rico en diversidad cultural y densamente poblado que alberga numerosos seguidores de diferentes tradiciones religiosas".
De ahí que sus habitantes "puedan contribuir eficazmente a la búsqueda de la paz y el entendimiento entre los pueblos del mundo". Por eso la participación de los obispos en esta gran empresa es decisiva, como lo es que se aseguren que sus fieles sean en este ámbito "artífices de paz, de perseverancia, de caridad".
El Papa Benedicto destacó luego que "los que creen en Cristo enraizados en la caridad, deben comprometerse al diálogo con otras religiones, respetando las diferencias mutuas. Los esfuerzos comunes para la edificación de la sociedad serán valiosos cuando fortalezcan la amistad y superen la incomprensión o la desconfianza".
"Confío en que sigáis, junto a los sacerdotes, religiosos y laicos de vuestras diócesis dando testimonio de la imagen y semejanza de Dios en cada hombre, mujer o niño, independientemente de su fe, animando a todos a estar abiertos al diálogo al servicio de la paz y la armonía".
Finalmente el Papa dijo que "si hacéis todo lo posible para garantizar que en vuestra tierra se respeten los derechos de las minorías, reforzaréis la tolerancia y la armonía mutua en vuestra nación y fuera de ella".