El diario vaticano L’Osservatore Romano (LOR) criticó la decisión de la cadena televisiva británica BBC de eliminar la referencia histórica de "Antes y después de Cristo", para empezar a utilizar el término "era común", con el objetivo de no "ofender" a los no creyentes, lo que ha calificado como "una hipocresía históricamente insensata".
La BBC propuso comenzar a utilizar marcadores históricos como "era común" y "antes de la era común", lo que ha sido fuertemente criticado no sólo por algunos presentadores de la misma BBC que han dicho que no van a aceptar la disposición, sino también por políticos como el alcalde de Londres, Boris Johnson, quien calificó la postura como absurda.
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En el artículo publicado en la edición del 5 de octubre de LOR, la periodista Luceta Scaraffia comenta que varios portavoces no cristianos han hecho saber que "no se sentían para nada ofendidos por la datación tradicional".
Scaraffia señala que "es bien claro que el respeto por las otras religiones es solo un pretexto, porque quienes quieren cancelar cualquier huella de cristianismo de la cultura occidental son sólo algunos laicistas occidentales".
La periodista recuerda luego que no es la primera vez que alguien quiere cambiar la datación tradicional. Ya sucedió con dos eventos históricamente anti-cristianos: la Revolución Francesa en 1789 y el golpe de estado de Lenin en Rusia en 1917. En ambos casos el calendario tenía esos años como nuevos inicios de la historia.
Tras calificar estos intentos como "pésimos antecedentes", el artículo señala que con el cambio que propone la BBC "no se puede negar que ha realizado un gesto hipócrita. La hipocresía de quien parece no saber por qué se empieza desde cierto momento a contar los años".
"Negar la función históricamente revolucionaria de la venida de Cristo sobre la tierra, aceptada también por quien no lo reconoce como Hijo de Dios, es un enorme disparate. Y desde el punto de vista histórico, lo saben tanto los judíos como los musulmanes", afirma.
El artículo de Scaraffia recuerda luego que con la venida de Cristo el hombre aprende que todos los seres humanos tienen la misma dignidad y que sobre esa base se "fundan los derechos humanos, en base a los cuales se juzgan a los pueblos y gobernantes. Principio que hasta ese momento ninguno había sostenido, y sobre el cual se basa la tradición cristiana".
A partir de Cristo el mundo ha cambiado, prosigue, y con el conocimiento de un Dios que trasciende a la naturaleza "ha nacido la posibilidad para los pueblos europeos de descubrir el mundo y para los científicos de iniciar el estudio experimental de la naturaleza que ha llevado al nacimiento de la ciencia moderna".
"¿Por qué entonces negar las deudas culturales que la civilización tiene con el cristianismo? –concluye–. No hay nada más anti-histórico e insensato, como los judíos y los musulmanes han comprendido claramente. No es un asunto de fe, sino de razón. También esta vez".