Un juez del Tribunal Superior ha rechazado el recurso presentado por la familia de una mujer que se encuentra en un "estado de mínima consciencia" y que pedía que se le dejara morir, en una sentencia que se considera histórica.
La familia de la mujer, de 52 años y conocida solo como 'M', había alegado que ésta está sufriendo en el estado en el que está y había pedido que se le retirara la alimentación artificial, pero el "Official Solicitor" –que en el sistema legal británico defiende a las personas más vulnerables– y las autoridades sanitarias a cargo de la enferma habían rechazado esta petición.
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En su veredicto de hoy, informa la BBC, el juez Baker ha considerado que se trata de un caso único y plantea "cuestiones muy importantes de principio". En este sentido, ha destacado que 'M' "tiene algunas experiencias positivas" y hay "perspectivas razonables" de que dichas experiencias aumenten.
El magistrado ha explicado que "el factor que aporta peso sustancial" a su veredicto ha sido "la preservación de la vida". "Aunque no es una norma absoluta, la ley contempla la preservación de la vida como un principio fundamental", ha subrayado.
"'M' experimenta dolor y malestar, y su invalidez le restringe seriamente lo que puede hacer", ha reconocido el juez, para quien sin embargo es importante el saber que tiene "algunas experiencias positivas" y que estas podrían aumentar "con un programa planificado de creciente estimulación".
Yogi Amin, abogado del bufete que representa a la familia de 'M', ha considerado que se trata de "un veredicto muy importante" puesto que "se ha aclarado la ley".
Así pues, ha añadido, de ahora en adelante, "en todos los casos de pacientes que estén en 'estado de mínima consciencia', el Tribunal Superior tendrá el poder de decidir si va en interés del paciente que continúe el tratamiento o si se debería permitir morir al paciente de forma natural y con dignidad".
En todo caso, según informa Press Association, el abogado ha manifestado el pesar de la familia por el veredicto y ha defendido que estos han "demostrado su amor y devoción" por la mujer y que llevaron su caso ante el juez porque consideraban que era lo mejor.
"La quieren mucho y quieren solo lo mejor para ella y ha sido desesperadamente difícil para ellos presentar esta solicitud al tribunal para que le retiraran el tratamiento", ha asegurado, subrayando que sus familiares creen que 'M' "no habría querido vivir en el estado en el que está".
El caso
La mujer tiene una lesión cerebral desde hace ocho años y medio después de padecer una encefalitis viral y es incapaz de hablar. Aunque se pensaba que estaba en estado de inconsciencia persistente y no era consciente de lo que le rodeaba, las pruebas a las que se le sometió determinaron que está en estado de mínima consciencia", al borde de consciencia. Actualmente, 'M' se encuentra en un centro de atención en el norte de Inglaterra.
La familia había defendido que se le retirara el tratamiento que le mantenía con vida, argumentando que la mujer no querría vivir "una vida dependiendo de otros", sin embargo, tanto el abogado designado por el Tribunal Superior para su defensa como los responsables sanitarios de su atención se opusieron argumentando que estaba "clínicamente estable" y que tenía una vida "no carente de elementos positivos".
En 1993, la Cámara de los Lores dictaminó que los médicos no tenían que mantener con vida a una persona si se consideraba que no había ningún beneficio para el paciente, algo que fue crucial a la hora de determinar que las sondas de alimentación podían considerarse como tratamiento médico. Desde entonces, 43 personas en estado de inconsciencia persistente han muerto después de que un juez ordenara que les retirara el tratamiento.