Marcelo Figueroa es un líder evangélico que durante casi 25 años fue responsable de la Sociedad Bíblica Argentina. Como protestante, no está a favor de los símbolos religiosos, pero expresa su oposición al proyecto que busca desterrarlos de los lugares públicos en su país.
En una nota enviada a la agencia argentina AICA dada a conocer el 19 de septiembre, Figueroa recuerda que "el Estado es laico, pero no debe ser laicista. Esto significa que es sumamente contradictorio prohibir lo religioso particular en nombre de una supuesta igualdad general".
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Buenos Aires, prosigue, "deberá decidir entre ser laica o laicista, comenzando el incierto derrotero de excluir a Dios de sus espacios públicos en el nombre de una falsa igualdad religiosa. ¡En mi nombre, no por favor!"
El texto de la nota titulada "¿Fin de las imágenes religiosas en Buenos Aires?" describe que el proyecto, presentado por los diputados María José Lubertino y Rafael Gentili, otorga algunas pequeñas excepciones para cementerios y hospitales, siempre que tengan un espacio reservado y se garantice la participación de otros credos.
Figueroa señala que "desde mi identidad cristiana evangélica, me identifico claramente con un Estado laico a la vez de reconocer que las imágenes religiosas no están contenidas en la liturgia protestante".
"Por lo tanto, y desde esa perspectiva particular, debería estar a favor de este proyecto, aun admitiendo que la presencia de esas imágenes no afecta a mi religiosidad personal. Pero eso sería tener una visión pequeña que desconoce el planteo de fondo", añade.
Marcelo Figueroa explica que "las imágenes cuestionadas son las pertenecientes a la Iglesia Católica, para quienes tales imágenes sí son importantes".
Por lo tanto, asegura, "son sus fieles quienes se verían afectados en su sensibilidad religiosa por esta prohibición que incluye –como se dijo– la remoción de las ya instaladas. Por solidaridad ecuménica entonces, no puedo apoyar lo que a mis hermanos les causará una profunda tristeza en su identidad de fe".