En un mensaje televisivo a sus compatriotas transmitido ayer, el Papa Benedicto XVI explicó que su viaje a Alemania entre el 22 y el 25 de septiembre, "no es turismo religioso y menos aún un show" sino un esfuerzo para que "Dios regrese a nuestro horizonte".
Así lo aseguró el Papa en su mensaje transmitido durante la "Wort zum Sonntag" de la televisión pública alemana ARD, difundida ayer sábado por la tarde.
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En el video-mensaje Benedicto XVI recorrió algunos de los encuentros que sostendrá como el del Bundestag o Parlamento alemán en Berlín y el encuentro ecuménico en Erfurt, en la "iglesia agustiniana donde Lutero inició su camino".
Al respecto, dijo, "no esperamos ningún evento sensacional: de hecho, la verdadera grandeza del evento consiste propiamente en esto, que en este lugar podremos pensar juntos, escuchar la Palabra de Dios y rezar, y así estaremos íntimamente cerca y se manifestará un verdadero ecumenismo".
Sobre su viaje, el Pontífice dijo que "todo esto no es turismo religioso, y menos aún un ‘show’. ¿De qué se trata? Lo dice el lema de estos días: ‘Donde está Dios, ahí hay futuro’. Debería tratarse del hecho de que Dios regrese a nuestro horizonte, este Dios muy seguido totalmente ausente, pero del cual tenemos necesidad".
A quienes cuestionan a Dios "porque no podemos tocarlo como un utensilio o tomarlo en la mano como cualquier objeto", el Papa alentó a "desarrollar de nuevo la capacidad de la percepción de Dios, capacidad que existe en nosotros. Podemos intuir algo de la grandeza de Dios en la grandeza del cosmos. Podemos utilizar el mundo a través de la técnica, porque ello es construido de manera racional".
"En la gran racionalidad del mundo podemos intuir el espíritu creador del cual esto proviene, y en la belleza de la creación podemos intuir algo de la belleza, de la grandeza, de la bondad de Dios".
Benedicto XVI aseguró además que "en la Palabra de la Sagrada Escritura podemos sentir la palabra de vida eterna que no viene simplemente de los hombres, sino que viene de Él, y en ella sentimos su voz. Y finalmente, vemos casi a Dios también en el encuentro con las personas que han sido tocadas por Él".
"No pienso solamente en los grandes: de Pablo a Francisco de Asís, hasta la Madre Teresa; sino que pienso en tantas personas simples de las cuales ninguno habla", añadió.
"Sin embargo, cuando los encontramos, de ellos emana algo de bondad, de sinceridad, alegría, y nosotros sabemos que ahí está Dios y que Él nos toca también a nosotros".
Finalmente el Papa dijo que "en estos días queremos empeñarnos en volver a ver a Dios, en volver nosotros mismos a ser personas por medio de las cuales entre al mundo la luz de la esperanza, que es luz que viene de Dios y que nos ayuda a vivir".