Bernard Fellay, líder de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X –que agrupa a los seguidores del arzobispo Marcel Lefebvre que falleció excomulgado por ordenar cuatro obispos sin permiso del Papa– señaló que, antes de dar a conocer su respuesta, su organización estudiará la propuesta hecha por el Vaticano, en la que se plantean las condiciones mínimas para su ingreso a la comunión de la Iglesia Católica.
DICI, el órgano informativo oficial de los lefebvristas, difundió una entrevista con Fellay luego de la reunión que sostuvo con el Cardenal William Levada, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe en el Vaticano, en la que el primero recibió el llamado "Preámbulo doctrinal".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Si bien el contenido de este documento no se ha hecho público, se sabe por el comunicado de la Santa Sede, que el mismo establece las exigencias mínimas que los lefebvristas deben cumplir para ser admitidos en la Iglesia Católica.
El día del encuentro fuentes vaticanas explicaron a ACI Prensa que lo que se ha entregado a la Fraternidad ha sido "definitivamente un ofrecimiento muy generoso".
Si la Fraternidad acepta las condiciones establecidas por el Vaticano, podría recibir el estatus jurídico de Prelatura personal, una jurisdicción eclesial que no tiene límites geográficos y que sirve para encauzar iniciativas de tipo pastoral.
Fellay dijo que "la reunión (con el Cardenal Levada) se realizó con gran cortesía y con mucha calidez, ya que por el bien de la honestidad, la Sociedad San Pío X rechaza evadir los problemas que subsisten".
El líder de los lefebvristas indicó también que la respuesta de su organización se dará "luego de haber tomado el tiempo necesario para el estudio" del Preámbulo doctrinal y luego de "consultar con aquellos que son los principales responsables de la Fraternidad San Pío X".
El comunicado del Vaticano del 14 de septiembre explica que el Preámbulo "establece algunos principios doctrinales y criterios de interpretación de la doctrina católica, necesarios para garantizar la fidelidad al Magisterio de la Iglesia y el ‘sentire cum Ecclesia’ (sentir con la Iglesia)".
Al mismo tiempo, deja abierta "a una discusión legítima, el estudio y la explicación teológica de expresiones o formulaciones particulares presentes en los documentos del Concilio Vaticano II y del Magisterio sucesivo".
El texto de la Oficina de Prensa también recuerda que el Santo Padre decidió levantar la excomunión que pesaba sobre los cuatro obispos ordenados por Lefebvre "a raíz de la súplica dirigida por el Superior General de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X a Su Santidad Benedicto XVI el 15 de diciembre de 2008".
Pese a los esfuerzos del Papa y el Vaticano para que la Fraternidad vuelva a la plena comunión de la Iglesia Católica, en agosto de este año Bernard Fellay dijo que su grupo "no tiene la intención" de aceptar el Concilio Vaticano II.
Hasta el momento, la Fraternidad Sacerdotal San Pío X carece de estatus jurídico en la Iglesia y sus ministros no ejercen un ministerio legítimo, como explica el comunicado de febrero de 2009 de la Secretaría de Estado de la Santa Sede.
Este texto también señalaba que los cuatro obispos a quienes se les levantó la excomunión están obligados al "pleno reconocimiento del Concilio Vaticano II" –que hasta ahora han rechazado como se desprende de la entrevista de agosto de este año– y del Magisterio de todos los Papas posteriores a Pío XII.
El Concilio Vaticano II es uno de los eventos más importantes en la historia de la Iglesia. Se realizó 1962 y 1965 congregando a obispos de todo el mundo. Produjo un cuerpo de doctrina que busca promover la fe católica, renovar la vida de los fieles, adaptar la liturgia y alentar la presencia de los laicos.
El documento de la Santa Sede de 2009 precisa además que "el levantamiento de la excomunión ha liberado a los cuatro obispos de una pena canónica gravísima, pero no ha cambiado la situación jurídica de la Fraternidad San Pío X, que en el momento actual, no goza de ningún reconocimiento canónico en la Iglesia Católica".