El Arzobispo de La Plata (Argentina), Mons. Héctor Aguer, rechazó que se quiera legalizar la fecundación in vitro en el país, porque es una práctica que traería consecuencias catastróficas a la dignidad humana.
En el programa televisivo Claves para un Mundo Mejor del sábado 10 de septiembre, el Prelado comprendió el deseo de aquellas parejas que recurren a esta práctica ante la imposibilidad de tener un hijo, "pero habría que recordar que el hijo no es un producto del deseo, no es un objeto de deseo", sino un don que tiene que ver con la entrega mutua de los esposos "para dar lugar al nacimiento de un tercero que es, entonces sí, el objeto de su amor".
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En cambio, advirtió, "estas técnicas artificiales vienen a reemplazar el ámbito natural donde debe surgir una persona humana".
En su intervención, Mons. Aguer también se refirió al carácter eugenésico de la fecundación in vitro. "Hoy día todo el mundo sabe que existen y se puede buscar por Internet bancos de semen, por ejemplo, que clasifican el producto de acuerdo a las posibilidades genéticas que van a concretarse a partir de allí", señaló.
"Estas cosas plantean un problema muy serio que podríamos denominar de discriminación genética. Pensemos en las consecuencias sociales y legales de todo esto. Me parece que estos proyectos (para legalizar la fecundación in vitro) no se incluye una aclaración sobre estos conceptos fundamentales".
Además señaló que la selección de embriones y el congelamiento de los que son considerados viables, implica la muerte de los que son descartados.
"¿Cómo se establecerá cuando un embrión es viable? ¿La Ley lo establecerá? ¿Y que quiere decir que un embrión no es viable? ¿Quiere decir que hemos dado vida a una persona humana y luego la descartamos? ¿Y la descartamos a esa persona por qué? ¿La descartamos porqué, quizás, porque de acuerdo al análisis genético, o a la procedencia del semen o del óvulo sabemos que va a tener alguna discapacidad?", cuestionó.
Mons. Aguer también advirtió que la donación anónima de gametos producirá un "cambio subrepticio del concepto de filiación que ya no va a tener nada que ver con lo biológico", a pesar que "sabemos que es muy importante saber la identidad biológica y que mucha gente la reclama con razón. Es decir saber quien es su padre y su madre biológicos".
"Se impide, además, a los médicos, enfermeros, al personal sanitario y a las instituciones la defensa de valores inmutables como el derecho a la vida, ya que el proyecto presentado no incorpora la posibilidad de la objeción de conciencia", señaló.
Mons. Aguer indicó que "todo esto suena terrible. Nos hace recordar, en todo caso, experiencias históricas del Siglo XX que son catastróficas".
El Arzobispo de La Plata pidió pensar seriamente en las consecuencias de la fecundación in vitro, pues "el amable y afectuoso propósito de ayudar a aquellas personas que desean un hijo o queremos facilitarles el camino para ello, no puede hacerse a costa de un orden en el cual se juega la dignidad de la persona humana".
"No se puede tratar los embriones como si fueran cosas, meros objetos biológicos. Creo que los legisladores debieran tener en cuenta estas verdades fundamentales porque cuando se manipulan las fuentes de la vida estamos abiertos a la posibilidad de engendrar cualquier catástrofe", señaló.