La Santa Sede dio a conocer este sábado 3 de septiembre su respuesta oficial al Informe Cloyne sobre abusos sexuales en Irlanda, en la que rechaza rotundamente las afirmaciones del parlamento y del primer ministro de este país europeo, Enda Kenny, quienes acusaron al Vaticano de manera infundada de haber obstaculizado la investigación de abusos sexuales cometidos por algunos miembros del clero.

La extensa y completa respuesta del Vaticano fue entregada por el Subsecretario para las Relaciones con los estados, Mons. Ettore Balestrero, quien le entregó el documento a Helena Keleher, encargada de asuntos internacionales de la embajada de Irlanda ante la Santa Sede.

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La presentación de este documento sigue al anuncio realizado el pasado 25 de julio por el vocero vaticano, P. Federico Lombardi, de la preparación de una respuesta oficial de la Santa Sede, para lo cual se llamó a consulta al Nuncio Apostólico en Irlanda, Mons. Giuseppe Leanza.

En el documento presenta ahora la Santa Sede expresa, ante todo, "su profunda repugnancia por los delitos de abuso sexual sucedidos en esa diócesis (Cloyne) y lamenta y se avergüenza profundamente por los terribles sufrimientos que las víctimas y sus familias han tenido que soportar en la Iglesia de Jesucristo, lugar donde eso jamás tendría que ocurrir".

Tras criticar las deficiencias pasadas que se dieron en dicha diócesis para tratar estos casos, el texto resalta que "la actitud adoptada por la Iglesia en Irlanda en tiempos recientes respecto al problema del abuso sexual de menores se está beneficiando de la experiencia en marcha y está demostrando cada vez mayor eficacia en la prevención de la repetición de tales delitos y en el trato de los casos que surgen".

Las críticas del gobierno irlandés se dieron contra una carta de enero de 1997, escriba por el Nuncio Apostólico en Irlanda, Mons. Luciano Storero, referente a la respuesta de la Congregación para el Clero al documento Child Sexual Abuse: Framework for a Church Response (Documento Marco).

Esta misiva ha sido considerada por el parlamento como un obstáculo a las investigaciones que iba además contra la soberanía de Irlanda.

Al respecto, la respuesta de la Santa Sede precisa que la Congregación para el Clero nunca rechazo el llamado Documento Marco y "no prohibió a los obispos irlandeses denunciar a las autoridades civiles las acusaciones de abuso sexual de menores, ni animó a los obispos a que no observaran la ley irlandesa".

"El entonces prefecto de la Congregación, Cardenal Darío Castrillón Hoyos, en su encuentro con los obispos irlandeses en Rosses Point, Condado de Sligo (Irlanda), el 12 de noviembre de 1998, afirmó inequívocamente: ‘deseo también decir con gran claridad que la Iglesia, especialmente a través de sus pastores (los obispos), no debe de ningún modo poner obstáculos al legítimo camino de la justicia civil, cuando éste es emprendido por quienes tienen ese derecho, mientras que al mismo tiempo la Iglesia debe proseguir con sus propios procedimientos canónicos, en la verdad, en la justicia y en la caridad hacia todos’".

La respuesta del Vaticano precisa también sobre las acusaciones del primer ministro Kenny que "es infundada la acusación de que la Santa Sede pretendiera ‘frustrar una Investigación en una República soberana y democrática’ (…) De hecho, las acusaciones de injerencia contra la Santa Sede se desmienten en muchos informes que, con todo, se utilizan para criticarla".

"Más bien lo que impacta de estos informes, y de la amplia información sobre la que se basan, es que no existe base para tales acusaciones", añade.

Al respecto, dice el texto, "la Santa Sede desea dejar bien claro que de ningún modo ha obstaculizado o intentado interferir en ninguna investigación de casos de abuso sexual de menores en la diócesis de Cloyne. Además, en ningún momento la Santa Sede ha intentado interferir en la ley civil irlandesa o impedir a las autoridades civiles el ejercicio de sus funciones".

El Vaticano recuerda luego la importante Carta a los católicos de Irlanda del 19 de marzo de 2010 en la que el Papa Benedicto XVI "indica su vivo deseo de que los obispos irlandeses cooperen con las autoridades civiles, apliquen plenamente las normas del Derecho Canónico y aseguren la aplicación plena e imparcial de las normas de la Iglesia en Irlanda para la protección de los menores".

En el texto de 2010, el Santo Padre también ordenó una visita apostólica (investigación) para conocer a fondo la realidad de las diócesis, seminarios y congregaciones en Irlanda que llevaron a los lamentables hechos de abusos sexuales por parte de algunos miembros del clero. También propuso un especial año de oración y penitencia por estos hechos.

El Cloyne Report, señala la respuesta del Vaticano, "es un paso más en el largo y difícil camino de comprobación de la verdad, de penitencia y purificación, de sanación y renovación de la Iglesia en Irlanda. La Santa Sede no se considera ajena a este proceso, sino que lo comparte en espíritu de solidaridad y compromiso".

"La Santa Sede es también consciente de la comprensible rabia, de la desilusión y del sentimiento de traición experimentados por quienes, particularmente las víctimas y sus familias, se han visto afectados por estas acciones viles y deplorables y por el modo en que a veces se han afrontado por parte de las autoridades eclesiásticas. Y por ello la Santa Sede desea reiterar su dolor por lo sucedido".

El Vaticano, dice la respuesta, "desea que las medidas que la Iglesia ha introducido en los últimos años, universalmente, como también en Irlanda, sean más eficaces para prevenir la repetición de dichos actos y contribuyan a la sanación de quienes han sufrido los abusos y a restablecer la confianza recíproca y la colaboración entre las autoridades eclesiásticas y las estatales, lo cual es esencial para luchar eficazmente contra el flagelo del abuso".

Finalmente la Santa Sede reitera su compromiso de "dialogar constructivamente y cooperar con el Gobierno irlandés, diálogo y cooperación que naturalmente deben basarse en el respeto mutuo, de forma que todas las instituciones, tanto públicas como privadas, religiosas o civiles, trabajen juntas para asegurar que la Iglesia, más aún, la sociedad en general, sea siempre un lugar seguro para la infancia y los jóvenes".

Sobre la respuesta, el Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, señaló en Radio Vaticana que el texto presentado esta mañana es "un documento estructurado con claridad, que afronta todas las cuestiones planteadas y les da respuestas argumentadas y documentadas, insiriéndolas una perspectiva más amplia".

El P. Lombardi aseguró asimismo que "todo el desarrollo del documento demuestra que la Santa Sede ha tomado en consideración, con gran seriedad y respeto, las preguntas y las críticas recibidas, y se ha esforzado por dar una respuesta profunda y serena, sin inútiles tonos polémicos, incluso en los puntos en los que da respuestas claras a las acusaciones que le han presentado".

Para leer la respuesta completa (en inglés) puede ingresar a: http://press.catholica.va/news_services/bulletin/news/27974.php?index=27974&lang=sp