En un mensaje dado a conocer hoy y enviado al Cardenal Kurt Koch, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el Papa Benedicto XVI señaló que ante la secularización que empobrece al ser humano, la Iglesia y todos sus miembros deben comprometerse en un renovado anuncio de Cristo.
Así lo indicó el Santo Padre en un texto enviado al Cardenal con motivo del 12º Simposio Intercristiano que se celebra en Tesalónica (Grecia) del 30 de agosto al 2 de septiembre y cuyo tema es "El testimonio de la Iglesia en el mundo contemporáneo".
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El convenio está promovido por el Instituto Franciscano de Espiritualidad de la Universidad Pontificia Antonianum (Roma) y por el Departamento de Teología de la Facultad Teológica Ortodoxa de la Universidad Aristóteles de Tesalónica.
En el mensaje, Benedicto XVI afirma que "en el transcurso de los siglos la Iglesia no ha cesado jamás de proclamar el misterio salvífico de la muerte y resurrección de Jesucristo, pero ese anuncio necesita hoy un vigor renovado en muchas de las regiones que acogieron por primera vez la luz y que experimentan los efectos de una secularización capaz de empobrecer al ser humano en su dimensión más profunda".
"En el mundo contemporáneo –prosigue– asistimos en realidad a fenómenos contradictorios: por una parte se registra una distracción difusa o también insensibilidad frente a la trascendencia; por otra, hay numerosas señales que atestiguan que en el corazón de muchos sigue existiendo una nostalgia profunda de Dios que se manifiesta de diversas formas y hace que numerosos hombres y mujeres adopten una actitud de búsqueda sincera".
El Santo Padre destaca luego que los escenarios culturales, sociales y económicos actuales "plantean los mismos retos a los católicos y a los ortodoxos", añadiendo que "la reflexión que se llevará a cabo durante el simposio tendrá, por tanto, una repercusión ecuménica notable".
"El conocimiento recíproco de nuestras tradiciones y la amistad sincera representan, ya de por sí, una contribución a la causa de la unidad de los cristianos", añade.
Finalmente el Papa Benedicto XVI, recordando que la sede del simposio, Tesalónica, está ligada indisolublemente a San Pablo, expresa el deseo de que los evangelizadores del mundo contemporáneo compartan la misma entrega apostólica del Apóstol de Gentes.