El presidente de la Conferencia Episcopal Española y Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela, ha manifestado que la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) celebrada en la capital este mes de agosto ha tenido "alma" y que "animados por la fe en Cristo", este "gran país" podrá afrontar los desafíos de la hora presente y continuar "avanzando por los caminos de la concordia".
Según una alocución en la Cadena Cope enviada por la Arquidiócesis de Madrid tras esta JMJ, el Cardenal Rouco Varela ha señalado que "estas jornadas no han dejado insensible a nadie", pues, a su juicio, "la cercanía del Papa conmovió el corazón de una incontable multitud de jóvenes de la iglesia".
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El primer agradecimiento del Arzobispo madrileño ha ido dirigido al Santo Padre, y lo ha calificado como "dador de todo bien" y como aquel que "infundió sus dones con copiosa abundancia en sus corazones".
Asimismo, el Cardenal Rouco ha señalado "una sincera gratitud" con todos aquellos que en la Iglesia y en la sociedad madrileña con su desprendimiento, su ayuda y su colaboración "hasta límites que rayan en lo heroico" han sido "instrumentos providenciales" para acontecer la JMJ.
"Gracias a la Comunidad Diocesana, a los Obispos Auxiliares, al Centro de Estudio y Capacitación en Atención Primaria de la Salud (CECAPS), al seminario de la Universidad de San Dámaso, familias, organización local, entre otros y al Coordinador General de la Jornada (COL)", pues, sin él "no habría habido JMJ", ha afirmado el presidente de la Conferencia Episcopal.
El Purpurado tampoco se ha olvidado de los voluntarios, a quienes ha considerado unas personas "infatigables en su disponibilidad para el servicio fraterno a los jóvenes peregrinos".
Del mismo modo, el Arzobispo también ha dado las gracias, "muy sentidas", al Gobierno de la Nación, al Gobierno regional y al ayuntamiento de Madrid y a su vez a trabajadores y funcionarios de servicios públicos y privados "siempre amables y atentos con los peregrinos".
El Cardenal ha explicado que "desde los primeros pasos de las jornadas se constituyó un órgano activo y eficaz de información y aglutinación de la sociedad madrileña y de sus instituciones". "Y agradece al pueblo de Madrid el espíritu acogedor y abierto con el que se ha recibido a los peregrinos", ha puntualizado.
Para finalizar, el Arzobispo madrileño ha añadido que "la entrega del Papa a los jóvenes fue total extenuante y la respuesta de los jóvenes, conmovedora". Además, ha afirmado que esto "abre una nueva etapa en el camino de la iglesia para ir al encuentro de los jóvenes y ofrecerles la presencia salvadora de Cristo".