El Arzobispo de Sevilla (España), Mons. Juan José Asenjo, ha compartido en una carta pastoral sus impresiones tras la experiencia vivida la pasada semana en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), a la que acudió junto con el Obispo Auxiliar, Mons. Santiago Gómez, al frente de una delegación compuesta por sacerdotes y unos 20 mil jóvenes procedentes de la Arquidiócesis de Sevilla.
En esta misiva, el Prelado, además de valorar el "extraordinario esfuerzo" realizado por los miembros de la Delegación Diocesana de Pastoral Juvenil para que Sevilla estuviera representada en este encuentro con el papa, ha confesado que se ha sentido "muy impresionado" por la "alegría honda, desbordante y compartida, la calidad humana y cristiana, sin un incidente, sin una queja ante las dificultades o incomodidades" de los participantes en el evento.
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"Me ha impresionado mucho también el clima intensa y serenamente religioso, el silencio impresionante de la adoración eucarística de la noche del día 20, el ambiente de paz, de fraternidad y familia, que hacía que los jóvenes se sintieran como hermanos, aunque no se conocieran. En la emoción de sus rostros y en el calor de sus corazones he querido percibir también su sereno orgullo y su gratitud grande al Señor por pertenecer a esta familia magnífica que es la Iglesia", relata Mons. Asenjo en su carta.
Además, ha reseñado la "comunión profunda" establecida entre Benedicto XVI y los jóvenes "nacida de la fe y acrecentada por la sencillez, la humildad, la alegría y la autenticidad del Papa en sus gestos y en el mensaje hermosísimo que ha sembrado en Cibeles y en el campo ancho y dilatado de Cuatro Vientos".
Es por esto por lo que Mons. Asenjo cree que, en estos días más que nunca, se hace cierta la frase pronunciada por el Papa en Madrid durante la misa de inauguración de su ministerio: "La Iglesia está viva y la Iglesia es joven".
"Para nosotros Obispos, para los sacerdotes y para cuantos trabajamos en esta pastoral tan necesaria, Madrid 2011 es fuente viva de esperanza y acicate firme para seguir anunciando a Jesucristo a los jóvenes sin desfallecimientos, en una pastoral recia que va a las raíces de la vida cristiana", ha señalado.
También indicó que, pese a las anécdotas de la jornada (como la tormenta de la noche del día 20) o a las críticas, "el hecho es que dos millones de jóvenes han acudido a Madrid a rezar con el Papa, a confesar públicamente su fe en Cristo, a estrechar sus vínculos de comunión con el Sucesor de Pedro, con los pastores de la Iglesia (éramos 970 obispos y más de 14 mil sacerdotes) y con una muchedumbre inmensa de jóvenes de todo el mundo".