El Papa Benedicto XVI envió su más sincero pésame a la Arquidiócesis de Toronto (Canadá) por la muerte de su Arzobispo Emérito, Cardenal Matthew Aloysius Ambrozic, un esloveno que llegó a Canadá al finalizar la Segunda Guerra Mundial tras vivir varios años en los campos de refugiados de la Austria de la postguerra.
En un mensaje firmado por el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, y dirigido al Arzobispo de Toronto, Mons. Thomas Christopher Collins, Benedicto XVI expresó su tristeza por el tránsito del Arzobispo y resaltó su entrega a la Iglesia en Canadá.
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“Me uno a ustedes y a todos los que lloran por él, incluidos los miembros de la familia del cardenal difunto, Y encomiendo su noble alma a la misericordia infinita de Dios nuestro amado Padre”, dice en el escrito Benedicto XVI.
El Santo Padre impartió su bendición apostólica a todos los asistentes a las exequias solemnes del Arzobispo, “como prueba de paz y consuelo en el Señor”.
“Ofrezco a los sacerdotes, religiosos y fieles laicos de la Arquidiócesis mis más sentidas condolencias y les aseguro mis oraciones”, concluyó.
El Cardenal Matthew Aloysius Ambrozic nació en 1930 en Eslovenia, la antigua Yugoslavia, donde vivió hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Hasta 1948, el pastor vivió en diversos campos de refugiados hasta que emigró a Canadá donde se consagró al sacerdocio.
Fue nombrado Arzobispo de Toronto en 1986, y en 1998 fue creado Cardenal por el Beato Juan Pablo II.
El Cardenal Ambrozic fue uno de los cuatro obispos que representó al país canadiense durante el Sínodo de 1990 sobre la formación sacerdotal.
Murió el 26 de agosto en Toronto a los 81 años de edad, luego de una larga enfermedad.