El Papa Benedicto XVI dedicó la Audiencia General de los miércoles en Castel Gandolfo a evaluar su reciente viaje a España y aseguró que la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Madrid 2011 fue un precioso don de Dios “que da esperanza para el futuro de la Iglesia”.
Benedicto XVI aseguró que su viaje apostólico a Madrid “ha sido, y lo sabéis, un evento eclesial emocionante, cerca de dos millones de jóvenes de todos los continentes han vivido, con alegría, una formidable experiencia de fraternidad, de encuentro con el Señor, de compartir y de crecimiento en la fe: una verdadera cascada luz”.
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El Papa consideró que el encuentro fue una estupenda manifestación de fe para España y el resto del mundo. “Estoy convencido de que -los jóvenes- han regresado a sus casas con el firme propósito de ser levadura en la masa, llevando la esperanza que nace de la fe”, aseguró.
Además, confió a la materna intercesión de María los frutos de esta JMJ de Madrid y se comprometió a continuar acompañando a los jóvenes con la oración, “para que permanezcan fieles en sus compromisos asumidos”.
El Santo Padre agradeció especialmente a Dios por la actitud de los jóvenes que viven con el deseo “firme y sincero de arraigar su vida en Cristo, permanecer firmes en la fe y caminar junto a la Iglesia”.
“Estoy seguro de que en Madrid el Señor ha llamado a la puerta del corazón de muchos jóvenes para que le sigan con generosidad en el ministerio sacerdotal y en la vida religiosa”, afirmó.
El Papa dedicó un saludo especial en lengua española a los peregrinos provenientes de España, Honduras, Chile, Argentina, México y el resto países latinoamericanos.
“Invito a todos a dar gracias al Señor por mi visita apostólica a Madrid para la Jornada Mundial de la Juventud. A la vez que agradezco de corazón a quienes han hecho posible el magnífico desarrollo de esta iniciativa, ruego, por intercesión de María Santísima, que los jóvenes que en ella han participado, «arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe», lleven al mundo entero la alegría del Evangelio, con la palabra y una vida colmada de obras de caridad”, concluyó.