Ante al menos un millón de jóvenes de todo el mundo que resistió con alegría una fuerte tormenta, el Papa Benedicto XVI presidió la Vigilia de oración de la Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011 en la que recordó al mundo que "solo Cristo puede responder a las aspiraciones" del corazón humano.

El Papa llegó poco antes de las 09:00 p.m. (hora local), escuchando a los jóvenes corear el estribillo que lo ha recibido en distintos lugares de Madrid: "¡Esta es la juventud del Papa!" y "¡Be-ne-dic-to!"

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Para comenzar la vigilia el coro y la banda presentes en el aeródromo interpretaron el himno de esta JMJ Madrid 2011; "Firmes en la fe", en medio de los aplausos, gritos y vivas de los jóvenes que recibieron con gran alegría al Pontífice.

Benedicto XVI fue recibido por un joven español, Javier, quien le agradeció "su amor y generosidad por nosotros. En la Iglesia viva creceremos firmes en la fe".

La Liturgia de la Palabra se inició con la procesión de la Cruz de la JMJ y el ícono de la Virgen que fue portado al estrado principal por un grupo de 10 jóvenes, acompañados de otros más que portaban grandes velas como parte de la procesión "Por la cruz a la luz".

Antes de su homilía, jóvenes de cinco continentes tuvieron la oportunidad de hacerle algunas preguntas al Santo Padre, como por ejemplo cómo comprender quién es Cristo para el ser humano y cómo ser un fiel testigo de Cristo en un mundo como el actual.

En su homilía, que comenzó en medio de fuerte lluvia con, rayos y relámpagos, fuertes vientos que no menguaron en el entusiasmo de los jóvenes, el Santo Padre saludó a los presentes y al poco de comenzar tuvo que interrumpirla por la intensidad del agua y el viento que hizo incluso volar algunas sillas de plástico. Los colaboradores del Papa tuvieron que cubrirlo con un paraguas.

Benedicto XVI nunca se movió de su sitio, se quedó muy tranquilo y se le vio con una gran sonrisa mientras esperaba el momento de retomar sus palabras.

Mientras llovía, Yago de la Cierva, Director General de Prensa de la JMJ Madrid, comentó "parece que ustedes querían un poco de agua", refiriéndose a la fuerte lluvia que cayó sobre Cuatro Vientos.

Las palabras del Papa

Cuando el Papa pudo proseguir su homilía dijo "gracias, gracias por esa alegría. Gracias por esa alegría y resistencia. Nuestra fuerza es mayor que la lluvia, gracias. El Señor con la lluvia nos manda muchas bendiciones. Sois un ejemplo".

Luego de estas palabras, el Santo Padre leyó los saludos que había preparado en distintos idiomas. En francés dijo que "gracias a la fe estamos cimentados en Cristo. Encontraros con otros para profundizar en ella, participad en la Eucaristía, misterio de la fe por excelencia. Solamente Cristo puede responder a vuestras aspiraciones. Dejaros conquistar por Dios para que vuestra presencia dé a la Iglesia un impulso nuevo".

En inglés Benedicto XVI hizo votos para que Cristo "derrame su Espíritu sobre nosotros y sobre toda la Iglesia, para que seamos promotores de libertad, reconciliación y paz en todo el mundo".

El Papa se dirigió luego a sus compatriotas en alemán a quienes recordó que el Señor "es el cimiento firme, el punto de referencia seguro para una vida plena".

Hablando en italiano, Benedicto XVI exhortó a no olvidar esta vigilia y a conservar esta llama "que Dios ha encendido en vuestros corazones en esta noche: procurad que no se apague, alimentadla cada día, compartidla con vuestros coetáneos que viven en la oscuridad y buscan una luz para su camino".

Seguidamente el Santo Padre dijo en portugués que ante el llamado del Señor, es necesario pedirle su ayuda para "descubrir vuestra vocación en la vida y en la Iglesia, y a perseverar en ella con alegría y fidelidad, sabiendo que Él nunca os abandonará ni os traicionará. Él está con nosotros hasta el fin del mundo".

Finalmente el Papa saludó en polaco y los exhortó a acercarse a Jesús "con la llama de vuestra fe. Él os colmará de su vida. Edificad vuestra vida sobre Cristo y su Evangelio. Os bendigo de corazón".

Al finalizar sus saludos, el Pontífice presidió un momento de adoración eucarística, ante el Santísimo Sacramento colocado sobre una custodia toledana Toledana de 1524, cuya confección tomó 9 años, considerada una joya de orfebrería.

En su oración de rodillas ante la Eucaristía, el Santo Padre pidió al Señor que los jóvenes "sean siempre tuyos en la vida y en la muerte, que jamás se aparten de ti. Otórgales un corazón manso y humilde para que escuchen siempre tu voz y sus mandatos y sean ellos luz del mundo".

A continuación el enlace para leer el discurso del Papa Benedicto XVI, que en la tradición pontificia se considera como pronunciado. Debido a la tormenta que irrumpió en el aeródromo de Cuatro Vientos en Madrid, el Santo Padre no pudo pronunciar el discurso íntegro. Aquí reproducimos el texto entregado por la Oficina de Prensa de la Santa Sede. http://www.aciprensa.com/Docum/benedictoxvi/documento.php?id=382