El hasta ahora Arzobispo de Denver y recientemente elegido Arzobispo de Filadelfia en Estados Unidos, Mons. Charles Chaput, resaltó que la libertad religiosa incluye el derecho de los creyentes a participar vigorosamente en la vida pública de una nación.
En un evento realizado en el Palacio de los Deportes de Madrid organizado por los Caballeros de Colón el 17 de agosto y ante miles de jóvenes, Mons. Chaput recordó el acto blasfemo de un grupo de estudiantes universitarios que en la capilla del campus de Somosaguas de la Universidad Complutense de Madrid, quienes gritaron frases anticatólicas y dos muchachas se desnudaron de la cintura para arriba.
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Ese episodio, dijo el Arzobispo, sucedió en la España que algunos piensan es "un país católico. Pero ese hecho anticatólico sucedió en esta hermosa ciudad, en la Complutense de Madrid. Y no sucedió en los 30s’ ni en los 60’ sino este año, en marzo de 2011. Entonces estamos a tiempo para hablar sobre la libertad religiosa. Y Madrid es un buen lugar para hacerlo".
Mons. Chaput explicó luego que la libertad religiosa consiste en "poder rendir culto como escojamos, Es la libertad de alabar y practicar la fe abiertamente y sin miedo. Pero involucra más que eso. La libertad religiosa incluye el derecho de los creyentes, líderes y comunidades para tomar parte vigorosamente en la vida pública de una nación".
La libertad religiosa, dijo luego, presume dos cosas: la primera es que hace parte de la dignidad humana fundamental, y la segunda que las preguntas sobre Dios y el sentido de la vida con "cruciales para alcanzar la felicidad".
Seguidamente explicó que la libertad religiosa no puede existir con la "libertad de expulsar la religión". Forzar "a la fe religiosa a salir de la vida pública del debate público de un país no sirve a la democracia, ni a la verdadera tolerancia ni al pluralismo".
Cuando se actúa así, precisó el Arzobispo, "lo que se termina haciendo es imponer una especie de ateísmo estatal no oficial. Para ponerlo de otro modo, si se prohíbe a los cristianos o a otras comunidades religiosas tomar un rol activo en la vida cívica de una nación, lo que se hace es forzar una nueva forma de intolerancia patrocinada por el Estado, una religión sin Dios".
El Prelado pasó revista luego a una serie de violaciones a la libertad religiosa en diversas partes del mundo como en los países árabes como Egipto, Irak, Túnez, Arabia Saudita, entre otros, donde los cristianos son abierta y permanentemente perseguidos.
Luego recordó que una situación similar se vive en países comunistas asiáticos como China, Corea; sin olvidar que ya hay muestras evidentes de intolerancia a la libertad religiosa en países como Estados Unidos y en los que componen la Unión Europea.